El Ministerio de Turismo de Cuba (MINTUR) ha informado que, a partir del próximo 1 de julio de 2025, los viajeros que deseen ingresar al país deberán contar obligatoriamente con una visa electrónica, la cual se gestionará exclusivamente a través del portal oficial eVisaCuba. La medida fue anunciada mediante un comunicado en las plataformas oficiales del ministerio.
Con esta disposición, el gobierno busca actualizar y centralizar sus mecanismos migratorios, con el fin de agilizar los trámites de entrada al país. En el mensaje difundido, se invita a los futuros visitantes a iniciar el proceso en línea con anticipación para evitar contratiempos, asegurando que se trata de un sistema sencillo y eficiente.
Uno de los grupos más importantes para el turismo cubano, los viajeros provenientes de Canadá, no tendrán que asumir directamente el costo de esta visa electrónica, ya que está incluido en el precio de sus boletos aéreos. No obstante, al igual que el resto de los visitantes, deberán completar el formulario disponible en el sitio D’Viajeros en la semana previa a su llegada. El sistema genera un código QR que deberá ser presentado al momento de ingreso, sin necesidad de aportar datos financieros.
Las autoridades también han advertido sobre la existencia de sitios web no autorizados que ofrecen servicios de visado a cambio de pagos indebidos, generando confusión entre los viajeros. El llamado es a utilizar únicamente los canales oficiales del gobierno cubano para evitar fraudes.
Para quienes arriben desde terceros países (con excepción de Canadá), el proceso será el mismo: gestionar la visa electrónica mediante el portal habilitado y completar posteriormente el formulario D’Viajeros.
Este anuncio se produce en un contexto particularmente difícil para el turismo en la isla, sector clave para la economía nacional. Según datos recientes de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI), durante los primeros meses del año se ha registrado una caída del 30% en la llegada de visitantes extranjeros, reflejo de la prolongada crisis económica que atraviesa Cuba.
La escasez de turistas es perceptible incluso en zonas tradicionalmente concurridas, como ocurrió recientemente con un video viral en redes sociales que mostraba una calle Obispo prácticamente desierta un sábado por la noche, en pleno corazón de La Habana Vieja.
Quienes aún deciden visitar la isla han reportado experiencias mixtas. En marzo, una familia rusa narró sus dificultades para acceder a productos básicos y servicios elementales, así como los altos precios que enfrentaron durante su estancia. A pesar del trato cálido por parte de la población local, señalaron carencias que influyeron negativamente en su impresión general del destino.
También creadores de contenido internacionales han documentado su paso por la isla, exhibiendo desde estantes vacíos en tiendas hasta precios que consideran desproporcionados, tanto en el comercio estatal como en el privado.
Este cambio en el sistema de visado se inserta, por tanto, en un momento complejo para el turismo cubano, que busca adaptarse a las nuevas condiciones tecnológicas sin dejar de enfrentar los desafíos estructurales que lo afectan.