Esta semana, España experimentará una notable bajada de temperaturas y lluvias debido a la aproximación de una vaguada atlántica, la cual aportará un aire más fresco a partir de este lunes, según ha indicado un portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), José Luis Camacho. Esta transición climática se espera que alivie las altas temperaturas que han prevalecido en el país, las cuales han sido responsables de más de 1.350 muertes desde julio, de acuerdo con datos del Instituto Carlos III.
El descenso térmico será casi generalizado y comenzará a notarse hacia el miércoles con la llegada de una Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) que propiciará precipitaciones significativas, particularmente en el tercio nordeste de la península, así como en el Levante y las Islas Baleares. A su vez, se espera que los chubascos tormentosos, algunos con granizo, afecten principalmente las zonas del centro, norte y nordeste peninsulares durante los próximos días.
El martes se prevén tormentas de nivel naranja en regiones como los Pirineos de Huesca y las Cinco Villas en Zaragoza. Además, no se descarta la presencia de tormentas secas aisladas en la meseta norte y en sierras del sureste. Por otro lado, las temperaturas podrán superar los 36 grados en algunas zonas del sur de las Islas Canarias, así como en ciertos valles del tercio sur peninsular y puntos específicos de Mallorca.
Los vientos predominarán de componente oeste en la península con cambios a noroeste, mientras en Baleares soplarán de componente sur. Se espera que los alisios continúen afectando a Canarias, con intervalos de fuertes rachas.
La situación dará un giro el miércoles cuando la vaguada evolucione hacia una DANA, aumentando la inestabilidad atmosférica y desencadenando el primer episodio significativo de lluvias y tormentas de la temporada, especialmente en el este peninsular. Aunque las precipitaciones serán menos intensas en otras zonas, el cambio será palpable en la mayor parte del territorio nacional.
Este fenómeno meteorológico, que no se ha observado con esta intensidad en décadas, supondrá un alivio temporal al calor extremo que ha afectado a la región y modificará significativamente las condiciones climáticas habituales de esta época del año.
