Miami, 3 de mayo de 2025 — La comunidad cubanoamericana, históricamente una de las bases más leales del Partido Republicano en Florida, está dando un giro político significativo. Nuevos datos revelan una caída abrupta en el apoyo a Donald Trump durante su segundo mandato, impulsada principalmente por el creciente malestar ante las políticas migratorias implementadas desde su retorno a la Casa Blanca en enero de 2025.
En 2016, el 78 % de los votantes cubanoamericanos registrados en Florida respaldaban al Partido Republicano. Esa tendencia se mantuvo relativamente estable hasta 2020, con un 72 % de apoyo, pero ha sufrido una caída drástica en los últimos meses: solo el 23 % de los votantes cubanos en Florida afirma hoy que votaría por Trump, de acuerdo con análisis comparativos de comportamiento electoral y sondeos recientes.
El detonante principal ha sido la política migratoria del actual gobierno. Desde enero, la administración Trump ha endurecido su enfoque contra la inmigración legal, afectando incluso a ciudadanos cubanos con residencia permanente o en proceso de ajuste migratorio. Entre las medidas más controvertidas figuran la amenaza de eliminar el programa de parole humanitario, utilizado por más de 111,000 cubanos para ingresar legalmente a Estados Unidos, y deportaciones sumarias sin debido proceso, como la del residente legal Arolfo Antonio Acosta Sosa, detenido y expulsado en Texas sin justificación oficial.
“Trump ya no representa los intereses de esta comunidad. Sus políticas no solo nos excluyen, nos castigan”, expresó Beatriz Mesa, activista comunitaria en Hialeah. “La gente está despertando, y está votando distinto”.
A la par de este rechazo creciente, el respaldo al Partido Demócrata ha aumentado proporcionalmente, pasando de un 18 % en 2016 a un 70 % en mayo de 2025. Es un cambio de rumbo que tiene implicaciones directas sobre el mapa electoral en Florida, un estado tradicionalmente decisivo en los comicios presidenciales.
El impacto político ya se deja sentir: los congresistas cubanoamericanos del sur de Florida, identificados con el ala republicana más cercana a Trump, ven caer su popularidad con rapidez, luego de años de liderazgo indiscutido en sus distritos. Analistas apuntan a una desconexión creciente entre los valores conservadores tradicionales y las acciones del actual presidente, que han cruzado líneas rojas para buena parte del electorado cubano.
“El problema no es el pasado, es el presente”, afirma el sociólogo político Ernesto Rivas. “Muchos cubanos apoyaron a Trump por su retórica firme, pero lo que están viendo en este segundo mandato es que esa firmeza se ha convertido en hostilidad, incluso hacia quienes están aquí legalmente”.
La ruptura es especialmente relevante porque el voto cubano ha sido, durante décadas, una de las pocas comunidades latinas que votaban mayoritariamente por los republicanos. La pérdida de ese apoyo pone en riesgo no solo el dominio del partido en Florida, sino también su narrativa sobre el respaldo del exilio histórico.
A medida que avanza 2025, y con elecciones legislativas en el horizonte, la pregunta ya no es si el apoyo de los cubanoamericanos a Trump ha disminuido, sino si el Partido Republicano está dispuesto a replantear su estrategia antes de que esa caída se vuelva irreversible. Por ahora, la comunidad cubana parece estar votando con memoria, pero también con claridad: las políticas de este segundo mandato tienen consecuencias políticas reales y profundas.
