En un giro político significativo, el excongresista republicano David Jolly ha anunciado oficialmente su candidatura a la gobernación de Florida por el Partido Demócrata, marcando un nuevo capítulo en su ya conocida postura crítica contra el presidente Donald Trump y el liderazgo del actual Partido Republicano.
Jolly, quien representó a Florida en el Congreso tras ser elegido en 2014, ha sido una de las voces más visibles del ala moderada conservadora que se ha distanciado de Trumpismo, particularmente por su retórica polarizante y sus políticas migratorias. Su decisión de postularse como demócrata en las elecciones de 2026 responde, según sus palabras, a una necesidad urgente de “reconectar con los valores del servicio público, la ética y el respeto a las diferencias”.
“Creo que los republicanos de Tallahassee han ido demasiado lejos al dividirnos. Las guerras culturales han ido demasiado lejos”, afirmó Jolly en su anuncio oficial.
Entre los ejes de su plataforma se destacan la asequibilidad de la vivienda, el financiamiento de las escuelas públicas, y una profunda reforma de las leyes de ética y financiación de campañas, asuntos que ha identificado como cruciales para restaurar la confianza ciudadana en el gobierno estatal.
Asimismo, el excongresista ha subrayado su rechazo a las políticas migratorias impulsadas tanto por Trump como por el gobernador saliente Ron DeSantis, advirtiendo que “la inmigración no debe ser asociada con el crimen”. Esta declaración refleja un giro claro hacia una postura inclusiva y una defensa más firme de las comunidades inmigrantes, en un estado donde este tema tiene un peso electoral clave.
No obstante, el camino de Jolly no será fácil. Florida es actualmente un bastión republicano, con 1,2 millones más de votantes registrados como republicanos que como demócratas. Además, el Partido Demócrata enfrenta una grave crisis organizativa, sin figuras electas a nivel estatal y con pérdidas importantes incluso en tradicionales enclaves progresistas como Miami-Dade.
En el campo republicano, se perfilan posibles contendientes de alto perfil como el congresista Byron Donalds, el polémico exrepresentante Matt Gaetz, y Casey DeSantis, esposa del gobernador, quienes cuentan con amplio respaldo entre los votantes más leales a Trump.
A pesar de estos desafíos, Jolly se muestra confiado en que su mensaje puede conectar con un electorado hastiado de la confrontación política.
“Florida necesita un liderazgo que ponga a la gente primero. Creo que incluso muchos republicanos están listos para un cambio”, sostuvo el candidato.
Su candidatura plantea una apuesta ambiciosa para recuperar el centro político de un estado profundamente dividido, y su figura —como conservador arrepentido, ahora demócrata— podría ser el punto de inflexión para redefinir la estrategia del partido azul en el estado del sol.
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