El actual mandatario de Ecuador, Daniel Noboa, ha sido elegido para un nuevo periodo de gobierno tras imponerse en la segunda vuelta electoral celebrada el 13 de abril de 2025. Con más del 90 % de las actas escrutadas, Noboa logró aproximadamente el 56 % del respaldo popular, superando a su contendiente, la candidata Luisa González, quien obtuvo alrededor del 44 % de los votos.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) confirmó la solidez de los resultados y saludó al binomio ganador, integrado por Noboa y su compañera de fórmula, María José Pinto, del movimiento Acción Democrática Nacional (ADN). La presidenta del organismo electoral, Diana Atamaint, destacó la alta participación ciudadana, cercana al 84 %, y calificó el proceso como pacífico y transparente.
En su primer pronunciamiento tras la victoria, Noboa calificó el resultado como un hecho «histórico» y reiteró su compromiso con un gobierno justo, eficiente y enfocado en el combate a la inseguridad. No obstante, su rival, González, vinculada al movimiento correísta, denunció supuestas irregularidades en el conteo y pidió un nuevo escrutinio, alegando inconsistencias con los sondeos previos y señalando un presunto uso indebido del poder estatal durante la campaña.
La reelección de Noboa se da en un contexto nacional marcado por la violencia y la inseguridad. El país enfrenta una grave crisis debido al auge del crimen organizado, con cifras alarmantes de homicidios. Frente a esta situación, el presidente ha impulsado políticas de mano dura, incluyendo la declaración de un estado de excepción y la movilización de las Fuerzas Armadas en apoyo a la seguridad interna. Además, ha abierto la puerta a recibir asistencia internacional, incluida la posible cooperación militar de Estados Unidos.
A pesar de las críticas de algunos sectores por posibles excesos en el uso de la fuerza y denuncias de violaciones a los derechos humanos, el electorado ha optado por respaldar la continuidad del actual proyecto político, con la esperanza de que el nuevo periodo presidencial permita afianzar reformas estructurales en materia de seguridad y gobernabilidad.
Con esta victoria, Noboa se convierte en el segundo presidente de Ecuador en ser reelegido desde la restauración democrática del país, consolidando su liderazgo y marcando una nueva derrota para el correísmo, que suma ya tres fracasos consecutivos en comicios presidenciales. El nuevo mandato se extenderá hasta 2029, un periodo en el que el mandatario deberá afrontar tanto el reto de restaurar el orden público como las tensiones políticas derivadas de las acusaciones lanzadas por la oposición.