Un ciudadano cubano residente en Houston, Texas, vivió momentos de terror al ser asaltado por un hombre disfrazado de agente federal frente a su negocio. Según reporta CubitaNOW, el hecho ocurrió en la intersección de Gessner y Harwin, en el oeste de la ciudad, y fue captado por cámaras de seguridad.
Javier Reyes, la víctima, fue interceptado cuando sacaba la basura por un sujeto que se identificó falsamente como miembro del Servicio de Alguaciles de Estados Unidos. El individuo, posteriormente identificado como Jonathan Prince, de 39 años, portaba un arma y llevaba un uniforme falsificado. En un inicio le gritó: “Soy policía, tírate al suelo”. Reyes obedeció, pero luego el atacante confesó sus verdaderas intenciones. “Me apuntó a la cabeza y me dijo que podía matarme”, relató la víctima al canal ABC13.
La situación cambió radicalmente cuando la esposa de Reyes, que observaba la escena desde el interior del local, salió con su arma personal y disparó contra el atacante. Gracias a su rápida y decidida acción, logró herir al agresor y permitió que su esposo pudiera forcejear y ponerse a salvo.
El sospechoso huyó del lugar dejando atrás parte del disfraz, su arma y hasta sus zapatos, y escapó en un vehículo rojo donde, según testigos, podría haber más implicados. La policía de Houston lo arrestó días después, y ahora enfrenta cargos por robo agravado y suplantación de identidad de un funcionario público.
Las autoridades han subrayado la gravedad de este tipo de delitos, advirtiendo que cualquier intento de hacerse pasar por agente federal no solo es ilegal, sino que representa una amenaza directa a la seguridad de la comunidad. “Los ciudadanos deben saber que los agentes legítimos siempre deben identificarse de manera clara y que cualquier sospecha debe ser denunciada de inmediato”, declaró un portavoz del Departamento de Policía de Houston.
Jonathan Prince comparecerá ante la justicia el próximo lunes, mientras continúa la investigación para determinar si este ataque forma parte de una red criminal más amplia.
Entretanto, Javier Reyes y su esposa continúan procesando el trauma del suceso. Aunque agradecen estar con vida, aún no han podido retomar su rutina habitual ni abrir su tienda. “Mi esposa revive el momento una y otra vez. No hemos podido dormir bien. Fue una experiencia aterradora”, expresó Reyes.
Este incidente no solo pone de relieve los riesgos que enfrentan los comerciantes locales, sino también el coraje que puede surgir en los momentos más críticos, como el demostrado por la esposa de la víctima, cuya intervención fue decisiva para evitar una tragedia.
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