Cuba Rodeada de Submarinos Nucleares Genera Angustia y Recuerdos de la Guerra Fría
La presencia de submarinos nucleares en aguas cubanas ha despertado temores y recuerdos de la Guerra Fría entre la población, especialmente entre aquellos que vivieron la crisis de los misiles de 1962.
El submarino de ataque rápido USS Helena se encuentra actualmente en la bahía de Guantánamo, Cuba, como parte de una visita portuaria de rutina, según informó hoy el Comando Sur de los Estados Unidos en un mensaje publicado en X. El comunicado señala que la presencia del navío de guerra forma parte de su misión global de seguridad marítima y defensa nacional, y que su ubicación y tránsito estaban previamente planificados.
Este anuncio se produce un día después de la llegada al puerto de La Habana de un destacamento de buques de guerra de Rusia, que incluyó varios submarinos nucleares, lo que ha incrementado la tensión en la región. La presencia simultánea de fuerzas militares de dos potencias nucleares en las cercanías de Cuba ha generado una atmósfera de inquietud y desasosiego en la isla.
Muchos cubanos, especialmente los más mayores, reviven con angustia los días de la Guerra Fría. Durante la crisis de los misiles, la isla se convirtió en el epicentro de un posible conflicto nuclear entre Estados Unidos y la Unión Soviética, un episodio que dejó una huella profunda en la memoria colectiva de la nación.
“Es increíble pensar que estamos nuevamente en una situación similar”, comenta José Martínez, un habanero de 78 años que vivió la crisis de los misiles. “En aquellos días, la tensión era palpable, y ahora, ver submarinos nucleares en nuestras aguas revive esos temores. Parece que en lugar de avanzar hacia un futuro de paz, estamos retrocediendo”.
El contraste entre la militarización actual y las carencias cotidianas es notorio para muchos cubanos. María González, una residente de Santiago de Cuba, expresa su frustración: “No hay comida suficiente, las tiendas están vacías, pero tenemos armas y militares en todas partes. Deberíamos ser un país próspero y desmilitarizado, pero en cambio solo tenemos la paranoia americana y la influencia soviética”.
En un país que debería estar encaminado hacia la prosperidad y la paz, la presencia constante de fuerzas militares extranjeras no hace más que exacerbar las tensiones internas y externas. La situación actual refleja una Cuba atrapada entre dos potencias que proyectan sus conflictos históricos en la isla, impidiendo que el país avance hacia un futuro más estable y próspero.
Mientras tanto, la población cubana sigue enfrentando los desafíos diarios de la escasez y la incertidumbre, con la constante sombra de la militarización sobre sus cabezas. La esperanza de un futuro mejor parece cada vez más lejana, opacada por los ecos del pasado y las realidades del presente.