Ayer martes en horas de la tarde-noche, el Aeropuerto Internacional Abel Santamaría, ubicado en la ciudad de Santa Clara, dio inicio oficialmente a la temporada 2025 de vuelos provenientes de Lisboa, Portugal. Esta operación aérea se mantendrá activa hasta el mes de septiembre y forma parte de las rutas regulares para el arribo de turistas europeos al centro del país.

Un total de 371 pasajeros arribaron a la terminal aérea, situada a 278 kilómetros de La Habana, con el propósito de disfrutar de distintos destinos turísticos en la isla. De acuerdo con la información disponible, el 80% de estos visitantes viajan con la intención de hospedarse en Cayo Santa María, una de las joyas del turismo en el archipiélago cubano, conocida por sus playas vírgenes y su oferta hotelera vinculada a grupos turísticos estatales.
El 20% restante opta por una experiencia más diversa, que incluye recorridos por paisajes naturales, sitios patrimoniales y visitas a ciudades como Santa Clara, lo cual forma parte de la estrategia para diversificar las opciones turísticas más allá del clásico sol y playa.
Se espera que, a partir de junio, se sumen vuelos directos desde España con destino a esta misma ciudad, lo cual incrementará significativamente el flujo de visitantes europeos hacia la región central del país. Esta dinámica confirma la intención de consolidar a Santa Clara como un punto clave de entrada para el turismo internacional que busca tanto descanso como exploración cultural y natural.
Sin embargo, persisten interrogantes recurrentes en diversos sectores de la opinión pública y entre observadores económicos sobre el destino final de los ingresos generados por esta creciente actividad turística. La falta de transparencia sobre la redistribución de estos recursos —en cuanto a cuánto se reinvierte en infraestructuras locales, programas sociales o servicios públicos— continúa siendo un tema de análisis y debate tanto dentro como fuera del país.