Cuba a Oscuras: La Nueva Moda de los Apagones (¡Gratis para Todos!)

Si algo define a la Cuba de hoy, además del calor tropical y los almendrones que desafían las leyes de la física, es la oscuridad… y no, no es una metáfora poética. Hablamos de la oscuridad real, tangible y omnipresente, cortesía de los ya famosos apagones que han convertido el día a día en la isla en un juego permanente de “¿y a qué hora vuelve la luz?”. ¡Una diversión nacional!

Esta semana, los apagones han alcanzado niveles épicos, superando las 16 horas en algunos puntos del país. Así es, 16 gloriosas horas de meditación forzada, en las que los cubanos reflexionan sobre todo tipo de temas: ¿se habrá descompuesto el pollo en el congelador?, ¿llegará primero la luz o el próximo discurso del gobierno?, ¿es demasiado pedir un ventilador funcionando durante media hora sin interrupciones? La crisis energética ha logrado algo que ni el mejor plan de yoga: la paciencia zen colectiva… o algo parecido.

Con un déficit energético de 1514 MW en las horas pico, lo que debería ser una época de tranquilidad se ha convertido en un festival de apagones que ni la mejor discoteca podría igualar. «Hoy toca luz de 8 a 10, apúrate a cargar todo lo que puedas», es el lema nacional no oficial. Eso sí, no es para alarmarse, el gobierno asegura que están “coordinando”soluciones. Coordinando… ¡si, cómo no! Lo único que parece bien coordinado aquí son los apagones: precisos, constantes e implacables.

Pero como siempre, el cubano se las ingenia para encontrarle el lado bueno a todo. ¡Apagón de 16 horas! ¿Qué es eso sino una oportunidad para estrechar lazos con la familia? Una partida de dominó en la oscuridad, cuentos de terror (o más bien realidad), y claro, las velitas que ya son parte del mobiliario de cualquier hogar. Porque, si no podemos iluminar las calles, al menos mantengamos encendida la llama del sarcasmo.

Las redes sociales en Cuba han sido el lugar ideal para desahogarse y, por qué no, burlarse del apagón perpetuo. «Aquí estamos, en el país que inventó el solárium de bajo presupuesto», dice un internauta mientras otro agrega: “Nos están friendo, pero sin electricidad. ¡Vaya ironía!”. Y es que si no puedes prender el televisor, al menos enciende una sonrisa.

Claro que la situación tiene un trasfondo mucho menos humorístico. El colapso energético del país se debe a la falta de combustible, las termoeléctricas agotadas y los generadores distribuidos que, al parecer, decidieron irse de vacaciones sin aviso. Y aunque el gobierno ha prometido energía solar para 2028 y ha recibido generadores donados por China, por ahora, la realidad es que los cubanos viven a oscuras mientras esperan el milagro. ¡Al menos la cuenta de electricidad debe estar bajísima! Aunque, por alguna razón, la falta de luz no parece reflejarse en el monto de las facturas…

Así que ya saben, si visitas Cuba próximamente, no olvides traer tu propio generador o un buen paquete de velas. Aquí, la oscuridad es parte del paisaje, y el humor, el combustible que nunca falta.

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