Funcionario caminando por alfombra roja con escolta militar

Crisis en Cuba mientras Díaz-Canel asiste a cumbre en Venezuela

En medio de una grave crisis energética y una situación socioeconómica cada vez más deteriorada, el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, viajó a Caracas para participar en la XXIV Cumbre del ALBA-TCP. La cita, que conmemora el 20 aniversario de esta alianza regional, tiene lugar mientras en Cuba persisten los apagones, la escasez de combustible y una creciente desesperanza entre la población.

Díaz-Canel en Venezuela

A su llegada al aeropuerto internacional de Maiquetía, Díaz-Canel fue recibido por el canciller venezolano, Yvan Gil. En un mensaje publicado en su cuenta de X (antes Twitter), el mandatario escribió: «Llegamos a Caracas, donde reposan los restos del Libertador y de Chávez. Cumple 20 años el ALBA-TCP y aquí estamos para ‘que sus fuerzas sean invencibles por la unión’, como quiso José Martí».

El evento, con el lema «Un abrazo que marcó el rumbo de nuestra historia», celebra la visión de los fundadores de la alianza, los comandantes Hugo Chávez y Fidel Castro, y coincide con el bicentenario de la batalla de Ayacucho. La delegación cubana incluye a Bruno Rodríguez Parrilla, ministro de Relaciones Exteriores, y otros altos funcionarios.

La realidad en Cuba

Mientras tanto, la situación en Cuba contrasta con el discurso oficial sobre la integración regional. El país enfrenta una crisis energética sin precedentes, marcada por apagones prolongados y una distribución de combustible cada vez más limitada. La falta de electricidad afecta hogares, hospitales y centros de trabajo, generando frustración en una población que ya lidia con escasez de alimentos y medicamentos, así como una inflación descontrolada.

Los cubanos denuncian que el gobierno prioriza la agenda internacional y alianzas políticas, mientras los problemas internos siguen sin solución. «No hay combustible para el transporte público, pero hay recursos para viajar a cumbres», comentó un residente en redes sociales.

En octubre pasado, el gobierno cubano reconoció oficialmente la gravedad de la situación energética, aunque atribuyó los problemas a factores externos, como el embargo económico de Estados Unidos. Sin embargo, expertos señalan que la falta de mantenimiento en la infraestructura energética y una administración ineficiente son factores clave en la crisis.

Expectativas en torno a la cumbre

El ALBA-TCP, integrado por países como Venezuela, Bolivia, Nicaragua y varias naciones del Caribe, busca fortalecer la cooperación entre sus miembros. No obstante, las expectativas de que este foro brinde soluciones concretas a los problemas de Cuba son bajas. Las alianzas con socios tradicionales como Venezuela se han visto debilitadas en los últimos años debido a la propia crisis económica de ese país, que ha reducido el envío de petróleo subsidiado a la isla.

Mientras la cumbre exalta los logros de la integración regional, la realidad en Cuba sigue siendo desalentadora. La población espera medidas inmediatas que alivien su situación diaria, pero el enfoque del gobierno parece estar orientado más hacia la política exterior que hacia las urgencias internas.

La dualidad entre los esfuerzos internacionales y la crisis nacional plantea preguntas sobre las prioridades del gobierno cubano, que continúa destacando su compromiso con el ALBA-TCP mientras el pueblo enfrenta las consecuencias de una profunda crisis económica y social.

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