En el corazón del Condado Miami-Dade, la comunidad del Condominio Península enfrenta un período de incertidumbre y descontento, ante la proximidad de la crucial inspección de recertificación de los 40 años y las preocupaciones crecientes sobre la gestión de los fondos comunitarios.
Durante una tensa reunión celebrada recientemente para discutir el presupuesto de 2024, la falta de acuerdos y la evidente frustración de los propietarios marcó el tono del encuentro. Dianela Lobatto y Mariela Ramírez, propietarias en el condominio, señalaron la ausencia de claridad y presuntas irregularidades en el manejo de las finanzas de la comunidad.
Un punto crítico en las discusiones es la inminente recertificación del complejo, un requisito legal que debe cumplirse antes de diciembre. La preocupación es tal que Heidy Arauz, una de las propietarias, advirtió sobre las graves consecuencias de no pasar la inspección, incluyendo el posible cierre del condominio.
La gestión de los fondos de reserva es otra área de inquietud. Lourdes Iturralde, residente desde hace casi tres décadas, lamenta la falta de preparación y transparencia en la administración de estos recursos, esenciales para el mantenimiento y la seguridad del edificio.
Ante la solicitud de comentarios, Leda Pacific, presidenta de la asociación de propietarios, optó por el silencio tras haber negado previamente acusaciones de malversación.
Este escenario ha llevado a Marina Sánchez, otra propietaria afectada, a solicitar la intervención del gobernador DeSantis, en un esfuerzo por encontrar soluciones a la delicada situación que amenaza la estabilidad y seguridad de casi 200 unidades y sus residentes.
La comunidad del Condominio Península se encuentra en un momento crítico, buscando desesperadamente claridad, justicia, y soluciones duraderas que aseguren la viabilidad de su hogar frente a los desafíos estructurales y financieros que enfrentan.