Un grupo de congresistas estadounidenses ha enviado una carta al presidente Joe Biden pidiendo que, antes de concluir su mandato, retire a Cuba de la Lista de Países que Patrocinan el Terrorismo y considere enviar ayuda para paliar las crisis energética, alimentaria y social que enfrenta la población cubana.
Según reportan fuentes cercanas al Congreso, la misiva refleja la postura de legisladores que han abogado por un enfoque más conciliador hacia La Habana. En el documento, también se insta a la Casa Blanca a adoptar medidas que faciliten la cooperación económica y humanitaria con la isla, argumentando que las sanciones actuales agravan las dificultades que vive el pueblo cubano.
La solicitud incluye recomendaciones para atender problemas como el déficit de electricidad, la escasez de alimentos y otros bienes básicos, señalando que estas situaciones afectan a la población de manera severa. Sin embargo, el pedido ha generado reacciones divididas. Mientras unos sectores consideran que esta iniciativa busca promover un alivio real para la ciudadanía, otros la critican por no abordar el rol de las autoridades cubanas en la gestión de las crisis que enfrenta el país.
Desde algunos círculos políticos en Estados Unidos, la carta ha sido cuestionada bajo el argumento de que medidas más enérgicas, orientadas hacia cambios estructurales en la dirección política y militar de la isla, serían necesarias para resolver de raíz los problemas que afectan a la sociedad cubana. Propuestas alternativas incluyen acciones más contundentes contra las estructuras de poder en Cuba, algo que, según algunos analistas, no está en la agenda de los legisladores que impulsaron la misiva.
La respuesta de la Casa Blanca a esta petición aún está pendiente, aunque cualquier decisión en torno a Cuba probablemente reavivará el debate sobre la efectividad de la política exterior estadounidense hacia la isla.