Un sector del techo en la estación de ferrocarril del Paradero de Camarones, ubicado en el municipio de Palmira en Cienfuegos, se desplomó este lunes, evidenciando la grave situación de las infraestructuras en la región. Este incidente, que no reportó víctimas, resalta la deteriorada condición de muchas edificaciones en el país, agravada por la falta de mantenimiento y la crisis económica que enfrenta Cuba.
El Paradero de Camarones, una estructura histórica que data de 1914 y fue construida por los Ferrocarriles Unidos de La Habana, se ha mantenido en pie resistiendo numerosos eventos climáticos a lo largo de los años. Sin embargo, la falta de intervenciones preventivas y la negligencia continuada han precipitado su deterioro hasta el colapso reciente. Según informes locales, el edificio había resistido hasta que las adversidades actuales del país superaron su capacidad de aguante.
Este no es un caso aislado en Cuba, donde el deterioro de las construcciones es cada vez más frecuente y peligroso. Recientemente, otros incidentes similares han ocurrido en La Habana Vieja y Guanabacoa, destacando la urgencia de una intervención gubernamental efectiva. En julio, un hombre perdió la vida debido a un derrumbe en Guanabacoa, y otro incidente en junio resultó en lesiones graves a un residente de La Habana Vieja, quien tuvo que ser hospitalizado.
La serie de colapsos ha provocado un clamor entre los ciudadanos por medidas de seguridad más rigurosas y una respuesta más efectiva del gobierno para manejar la crisis de infraestructura que amenaza la vida diaria y la seguridad de los cubanos. Este último incidente en el Paradero de Camarones ha revivido el debate sobre la necesidad de renovación y mantenimiento de estructuras históricas, así como de edificaciones más modernas en todo el país.
