En un acto de valentía y rapidez, el conductor del ómnibus articulado 334, que opera la ruta P13 y lleva la matrícula P 220 590, se convirtió en un héroe local al socorrer a un niño de aproximadamente 10 años que sufría convulsiones a bordo del vehículo. Ante la emergencia, el conductor no dudó en actuar de inmediato, desviando el ómnibus de su ruta habitual para llevar al menor al policlínico más cercano, asegurando así la atención médica necesaria en un momento crítico.
La comunidad ha reaccionado con una oleada de elogios y agradecimientos hacia el chofer por su decisión rápida y compasiva. Aunque el nombre del conductor no ha trascendido, su gesto de humanidad no ha pasado desapercibido. Quienes conocen los detalles del incidente, pero no al conductor personalmente, se les anima a expresar su gratitud si alguna vez lo encuentran conduciendo por su ruta.
Este acto no solo destaca la importancia de la empatía y el coraje en situaciones de emergencia, sino que también subraya el impacto positivo que pueden tener las acciones individuales en la vida de los demás. El niño fue atendido a tiempo gracias a la intervención del conductor, lo que posiblemente salvó su vida o previno complicaciones mayores. Este incidente es un recordatorio conmovedor de que, en medio de la rutina diaria, existen momentos donde la compasión y la acción decidida pueden hacer toda la diferencia.