En los Juegos Olímpicos de París 2024, un fenómeno notable ha capturado la atención del público y expertos deportivos: 21 atletas nacidos en Cuba están representando a 13 diferentes países, además del Equipo Olímpico de Refugiados. Este grupo diverso participa en 10 disciplinas, destacando principalmente en atletismo y boxeo, donde sus posibilidades de alcanzar el podio son significativas.
La delegación cubana ha visto mermada su presencia en estas olimpiadas, registrando la cifra más baja desde 1964 con solo 62 atletas calificados. Este descenso es reflejo de la continua emigración de deportistas de alto rendimiento, que buscan mejores oportunidades en el extranjero debido a la crisis socioeconómica y política que afecta a la isla.
En atletismo, Cuba se destaca con 19 atletas compitiendo bajo banderas extranjeras. Figuras como Pedro Pablo Pichardo por Portugal, Andy Díaz por Italia y Jordan Díaz por España son fuertes candidatos a medallas en sus respectivas disciplinas de salto triple. En el boxeo, Javier Ibáñez representa a Bulgaria, Enmanuel Reyes compite por España y Loren Berto Alfonso por Azerbaiyán, todos con serias aspiraciones a medallas.
Otros deportistas notables incluyen a Fernando Dayán Jorge, quien competirá en canotaje bajo la bandera del Equipo de Refugiados, expresando un profundo orgullo por esta oportunidad. En la esgrima, Neisser Loyola tiene grandes expectativas compitiendo por Bélgica.
Los atletas cubanos también están presentes en disciplinas como la lucha, donde Frank Chamizo y Yasmani Acosta representan a Italia y Chile, respectivamente. En el voleibol, figuras como Wilfredo León y Yoandy Leal juegan para Polonia y Brasil, mientras que Melissa Vargas, conocida como una de las mejores jugadoras del mundo, representa a Turquía.
Esta diversa representación de talento cubano en los Juegos Olímpicos de París no solo destaca la diáspora de deportistas de la isla, sino también su impacto significativo en el ámbito deportivo internacional.