La Comisión Europea ha aprobado recientemente la petición de AstraZeneca para cesar la comercialización de Vaxzevria, su vacuna contra el COVID-19, en la Unión Europea. Esta decisión, que tomará efecto inmediato a partir de mañana, no está relacionada con las recientes discusiones judiciales en el Reino Unido, sino que responde a una combinación de factores del mercado y la evolución de la pandemia.
AstraZeneca informó que la discontinuación de Vaxzevria se debe a la existencia de un excedente de dosis en el mercado global, causado por la baja demanda actual de esta vacuna. La compañía, en colaboración con reguladores y socios, buscará establecer un plan claro para concluir este capítulo de su contribución a la pandemia.
La vacuna Vaxzevria ha sido un componente clave en la lucha contra el COVID-19, habiendo salvado estimadamente más de 6.5 millones de vidas en su primer año de uso, según cifras independientes. A pesar de su retirada del mercado europeo, la vacuna ha sido ampliamente reconocida por su eficacia en la prevención de hospitalizaciones y muertes a nivel global.
Expertos en salud continúan subrayando que los efectos secundarios de las vacunas son considerablemente menos riesgosos que las complicaciones causadas por el virus del COVID-19. AstraZeneca ha confirmado que los eventos adversos, como el síndrome de trombosis con trombocitopenia (TTS), son extremadamente raros y generalmente se presentan entre la primera y segunda dosis de la vacuna.
El cese de la comercialización de Vaxzevria en Europa no afectará a quienes ya han sido vacunados, ya que los efectos adversos son poco comunes y ya habrían ocurrido si fuesen a presentarse. La salud pública sigue siendo la prioridad, y las autoridades sanitarias junto con AstraZeneca aseguran que la seguridad de los vacunados está garantizada.