El próximo 4 de abril, abrirá sus puertas en Camagüey el Centro Comercial Calle Cuba, una tienda destinada a operar en moneda libremente convertible (MLC), marcando la primera de su tipo en esta provincia del centro del país. Aunque aún no se ha realizado un anuncio oficial, diversas fuentes locales confirman que los preparativos avanzan discretamente, en un intento por evitar una reacción anticipada de la población y posibles aglomeraciones.
Según testimonios recogidos en el entorno del establecimiento, tanto los administradores del local como funcionarios del gobierno provincial habrían optado por manejar la información con discreción, temiendo que una difusión masiva del evento en redes sociales provocara una avalancha de compradores. La preocupación radica, según estas fuentes, en el posible acaparamiento de productos, una dinámica que ya ha sido observada en otras localidades donde se implementó esta modalidad de venta.
La nueva tienda, ubicada en una de las arterias comerciales más céntricas de la ciudad, ofrecerá mercancías que actualmente son difíciles de conseguir en la red de comercio en moneda nacional. Se espera que incluya alimentos procesados, productos de higiene, artículos de ferretería y electrodomésticos, todos con precios fijados en dólares estadounidenses, pagaderos a través de tarjetas electrónicas vinculadas a cuentas en MLC.
Mientras tanto, el contraste con la realidad cotidiana de la mayoría de los camagüeyanos no puede ser más evidente. En los mercados habituales, persisten las dificultades para adquirir bienes esenciales, desde arroz y aceite hasta productos de limpieza y medicamentos básicos. Muchas familias deben recurrir a redes informales de intercambio, trueque o remesas del exterior para cubrir necesidades mínimas, lo que ha agudizado la sensación de desigualdad y exclusión.
La apertura de tiendas en moneda extranjera no es nueva en el país, pero su extensión progresiva a provincias como Camagüey evidencia una tendencia que ha despertado preocupaciones tanto económicas como sociales. Para algunos analistas, este modelo dual de comercio refuerza la segmentación entre quienes tienen acceso a divisas —generalmente por vínculos familiares en el exterior— y quienes dependen exclusivamente de ingresos en moneda nacional, erosionando así el principio de equidad.
En este contexto, la decisión de mantener en reserva la información sobre la apertura del establecimiento no ha pasado desapercibida. La percepción de que determinadas medidas se ejecutan sin transparencia ni consulta pública ha contribuido a un creciente escepticismo ciudadano, especialmente entre los sectores que no cuentan con los medios para beneficiarse de este tipo de tiendas.
El inicio de operaciones del Centro Comercial Calle Cuba será, sin duda, observado con atención por la comunidad camagüeyana. Más allá de su inauguración formal, lo que está en juego es el equilibrio social en una ciudad que, como muchas otras en la isla, enfrenta el desafío de sostener la vida cotidiana en un entorno económico cada vez más complejo.