En los últimos días, la figura del influencer y candidato político Alexander Otaola, que por mucho tiempo dominó las redes sociales con un discurso incendiario, parece haber llegado a un punto crítico. Numerosos influencers y artistas en Florida han lanzado fuertes críticas contra Otaola, especialmente tras sus recientes comentarios sobre El Taiger, el popular artista urbano que permanece hospitalizado tras haber recibido un disparo en la cabeza. Lo que antes parecía un dominio absoluto de la opinión pública digital, ha comenzado a desmoronarse.
Uno de los puntos más sorprendentes de esta situación es que hasta los más fervientes seguidores y admiradores de Otaola han comenzado a distanciarse de él. Entre ellos se encuentra Ultra, una de las personas que siempre lo respaldó públicamente y que ahora, sin titubeos, lo ha criticado abiertamente. La tensión ha aumentado en la esfera pública, y lo que hasta hace poco tiempo era un campo sin oposición para Otaola, ahora se encuentra fragmentado. Influencers como Clara Cabrera, que en el pasado mantenía una oposición formal, ahora parecen estar acompañados de un creciente número de figuras que ya no temen enfrentarse al exdominador de las redes sociales.
Los errores de Otaola comenzaron cuando decidió incursionar en política, un campo que no solo le trajo controversias, sino que también debilitó sus relaciones en el mundo artístico y en el entorno de influencers, donde antes gozaba de gran aceptación. Aunque siempre generó polémica, en sus inicios Otaola era descrito por muchos como una persona afable, con un estilo muy cómico que atraía seguidores de forma natural. Su forma de generar contenido provocador le permitía mantenerse en el centro de la conversación, pero sin llegar al extremo de los ataques personales o divisivos que hoy lo caracterizan. Normalmente, mantenía buenas relaciones con artistas y otros influencers, lo que le garantizaba un apoyo continuo y una audiencia creciente.
La trágica situación de El Taiger, ha sido un catalizador de este cambio. El atentado que sufrió, que lo tiene hospitalizado en estado grave, ha unido a la comunidad en un gesto de solidaridad y rechazo a la violencia. Varios artistas, como Eduardo Antonio, han expresado su apoyo a El Taiger y, al mismo tiempo, han criticado duramente a Otaola por sus comentarios insensibles y fuera de lugar. Este episodio ha hecho que muchas personas, incluso quienes solían ser sus aliados, reflexionen sobre el papel que juega la retórica agresiva en una comunidad que, en su mayoría, busca avanzar y dejar atrás el resentimiento.
Es importante recordar que este medio, CubaHerald, fue víctima en su momento de los ataques de Otaola, quien nos acusó falsamente de formar parte de los medios de la seguridad del Estado. Durante mucho tiempo, Otaola utilizó su plataforma para desacreditar a cualquiera que cuestionara sus métodos o ideales, pero parece que esa época de impunidad mediática ha llegado a su fin. Las críticas abiertas hacia él, que en otros tiempos hubieran sido impensables, se han vuelto la norma.
El giro en la percepción pública en Miami es una transformación más profunda en la comunidad cubanoamericana de Florida. La creciente voluntad de no tolerar discursos de odio y divisiones ha comenzado a prevalecer, lo que puede estar marcando el inicio de una nueva era en la que se busca mayor cohesión, respeto y diálogo.
