Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) han elevado a nivel 2 la alerta de viaje para Cuba, tras la confirmación de varios casos de Fiebre de Oropouche en viajeros estadounidenses y europeos que visitaron la isla recientemente. Esta enfermedad viral, transmitida principalmente por picaduras de mosquitos, fue detectada por primera vez en la provincia de Santiago de Cuba el pasado 27 de mayo y ha experimentado una rápida expansión a nivel nacional.
Las autoridades sanitarias estadounidenses están aconsejando a los viajeros tomar precauciones extremas para evitar las picaduras de mosquitos durante su estancia en Cuba. Además, han emitido una recomendación específica para las mujeres embarazadas, instándolas a cancelar cualquier viaje no esencial a la isla debido al riesgo potencial de transmisión del virus de Oropouche de la madre al feto, lo que podría resultar en complicaciones durante el embarazo.
La propagación de la Fiebre de Oropouche en Cuba se ha visto favorecida por condiciones climáticas y medioambientales óptimas para la proliferación de los mosquitos vectores. A esto se suma la preocupación por la acumulación de basura y las fosas desbordadas en varias localidades, lo que ha complicado aún más los esfuerzos por controlar la expansión de la enfermedad.
El Ministerio de Salud Pública de Cuba está implementando medidas para contener la situación, aunque el aumento en el número de casos y la rápida dispersión del virus han alarmado tanto a residentes como a potenciales visitantes de la isla. Los viajeros que decidan visitar Cuba a pesar de la alerta deben estar conscientes de la situación y tomar las medidas preventivas necesarias para protegerse.
