Una mujer de 84 años, originaria de Guanabacoa, La Habana, ha protagonizado una dramática y peligrosa travesía para reunirse con su familia en los Cayos de Florida, marcando un testimonio conmovedor de la desesperación y las difíciles condiciones que enfrentan muchos en Cuba.
La octogenaria llegó a Marathon, Florida, junto con 19 otros migrantes, incluyendo a su propia hija, la noche del jueves, a bordo de una embarcación improvisada. Fueron interceptados por la Patrulla Fronteriza de EE.UU., donde les fue entregado un formulario I-220B y una orden de deportación, aunque actualmente están reunidos con sus familiares.
Tras llegar a suelo estadounidense, la anciana recibió de sus familiares cercanos, además de un caluroso abrazo, dinero y 15 paquetes de café, un detalle significativo dado su afecto por esta bebida que escasea en su país natal en términos de calidad. «Pasó mucha necesidad de tomar café y ahora va a tomar bastante», relató su hija durante el emotivo encuentro.
El influencer Dairon Cano ha documentado parte de este emotivo reencuentro a través de su cuenta en TikTok, compartiendo la llegada de la anciana a su nueva residencia rodeada de su descendencia.
La situación en Cuba continúa impulsando a sus ciudadanos a tomar decisiones extremas para escapar de la precariedad económica y las restricciones políticas. Este caso resalta la realidad de muchas personas mayores que, desesperadas por mejorar su situación y la de sus familias, se arriesgan en peligrosas travesías para alcanzar lo que esperan sea una vida mejor.
Este incidente ocurre en un contexto donde la suspensión del programa de parole humanitario para cubanos por parte de Estados Unidos amenaza con aumentar el número de personas que optan por rutas irregulares para entrar al país, lo que podría intensificar la crisis migratoria no solo en Estados Unidos, sino también en otros países de la región como México y Centroamérica.