La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, ha confirmado que solo participará en un debate con el expresidente Donald Trump el próximo 10 de septiembre, fecha originalmente acordada, rechazando la propuesta de Trump de adelantar el evento al 4 de septiembre. Esta decisión sigue a la renuncia de Joe Biden a buscar la reelección, tras lo cual Harris ha tomado la delantera como candidata demócrata a la presidencia.
Harris, al reafirmar su compromiso con la fecha acordada, expresó su expectativa de encontrarse con Trump en las condiciones previamente establecidas. “Estaré allí el 10 de septiembre, como acordó. Espero verlo allí”, afirmó Harris en una reciente declaración. Esta postura responde a un cambio de tono en las declaraciones de Trump, quien había indicado en una intervención anterior que estaba dispuesto a un enfrentamiento «en cualquier momento, en cualquier lugar», pero recientemente limitó su disponibilidad al 4 de septiembre.
Por su parte, Donald Trump ha reaccionado con críticas hacia Harris, cuestionando su capacidad para sostener un debate efectivo y acusándola de evitar el encuentro debido a las posibles dificultades para defender su gestión y posturas en temas polémicos como la migración, la corrupción y la inflación. “La veré el 4 de septiembre o no la veré en absoluto”, declaró Trump, amplificando la tensión entre ambos bandos.
La confirmación de Harris como la candidata demócrata se dio después de que Biden anunciara que no buscaría la reelección, una decisión influenciada por las críticas a su desempeño en debates anteriores y las dudas sobre su capacidad para asegurar un nuevo mandato. Desde entonces, Harris ha visto un incremento en su popularidad, liderando en las encuestas y fortaleciendo su posición en estados clave, elementos que podrían ser decisivos en la carrera hacia la Casa Blanca.