Washington — El gobierno del presidente Donald Trump anunció un aumento significativo del incentivo económico destinado a inmigrantes indocumentados que opten por abandonar voluntariamente Estados Unidos antes del 31 de diciembre, como parte de su estrategia para acelerar las salidas sin recurrir a procesos de deportación forzosa. El beneficio asciende ahora a 3.000 dólares, e incluye además el pago del pasaje aéreo al país de origen, informó el Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, explicó que la medida tendrá vigencia limitada hasta el cierre del año y estará disponible tanto para personas que no han sido detenidas por autoridades migratorias como para aquellas bajo custodia, siempre que no enfrenten cargos penales. El objetivo declarado es ofrecer una alternativa rápida y voluntaria, especialmente durante el período de fin de año.
Según el DHS, el programa busca diferenciar entre quienes deciden salir por iniciativa propia y quienes esperan a ser arrestados y deportados. En ese sentido, las autoridades sostienen que la salida voluntaria podría preservar opciones migratorias futuras, a diferencia de una deportación ejecutada por el Estado, que conlleva sanciones más severas y prohibiciones de reingreso.
El incentivo no es nuevo, pero sí su cuantía. En mayo, la administración había anunciado un estipendio de 1.000 dólares junto con el boleto de regreso. El aumento a 3.000 dólares apunta a acelerar la decisión de quienes se encuentran en situación irregular, en un contexto de mayor presión operativa por parte de las agencias federales.
Como parte del procedimiento, el DHS recomendó a los interesados registrarse a través de la aplicación oficial CBP Home, diseñada para gestionar procesos de salida voluntaria y coordinar la logística del retorno. La dependencia aseguró que la plataforma permite completar los trámites de forma más ordenada.
En un balance oficial, Seguridad Nacional indicó que desde el retorno de Trump a la Casa Blanca en enero, cerca de 1,9 millones de inmigrantes indocumentados han optado por salir voluntariamente del país, decenas de miles de ellos mediante CBP Home. Estas cifras se inscriben en la promesa presidencial de impulsar la mayor campaña de deportaciones en la historia reciente de Estados Unidos, combinando incentivos con un endurecimiento de los controles.
La política ha generado críticas de organizaciones proinmigrantes y de sectores opositores, que advierten sobre el impacto humanitario y la presión que estas medidas ejercen sobre comunidades vulnerables. Desde el Ejecutivo, en cambio, se defiende el programa como una vía “ordenada” y menos coercitiva frente a la deportación forzosa, en un debate migratorio cada vez más polarizado.
Fuente: EFE
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