El presidente Donald Trump advirtió este martes que su administración podría eliminar varios programas de ayuda pública si el cierre del gobierno federal, que ya cumple 14 días, se prolonga por una semana más.
En declaraciones a la prensa desde la Casa Blanca, Trump afirmó que planea presentar una lista de programas respaldados por los demócratas y eliminarlos de forma definitiva si no se alcanza un acuerdo presupuestario en el Congreso. El mandatario calificó algunos de esos proyectos como “escandalosos y semicomunistas”, sin especificar a cuáles se refería.
“Nunca van a volver”, subrayó el presidente, responsabilizando a los legisladores demócratas del bloqueo legislativo que mantiene paralizadas varias agencias federales desde el 1 de octubre.
El Senado estadounidense se reunió nuevamente este martes para votar por octava vez una propuesta de financiación temporal ya aprobada por la Cámara de Representantes, pero las negociaciones volvieron a fracasar. Los demócratas reclaman que el proyecto incluya protecciones al Medicare y otros programas sociales, mientras los republicanos exigen aprobar el texto original sin modificaciones.
El cierre parcial del gobierno ha provocado ya el despido de cientos de empleados federales, además de retrasos en aeropuertos, oficinas fronterizas y servicios públicos esenciales. Las autoridades advierten que, si no se logra un acuerdo en los próximos días, las afectaciones podrían extenderse a programas de asistencia alimentaria y subsidios educativos.
Desde la Casa Blanca, el presidente insistió en que “no cederá ante chantajes políticos” y que su prioridad es reducir el gasto público y “acabar con los abusos de los programas sociales mal administrados”.
Mientras tanto, líderes del Partido Demócrata calificaron las declaraciones como una “amenaza innecesaria” que pone en riesgo a millones de familias que dependen de los programas federales. Sin embargo, el bloque republicano en el Senado ha cerrado filas en torno al presidente, defendiendo su posición como una medida para garantizar la sostenibilidad fiscal y limitar el gasto deficitario.
Si no se alcanza un consenso antes de la próxima semana, Estados Unidos podría entrar en su tercera semana consecutiva de parálisis administrativa, una situación que ya impacta el tráfico aéreo, la economía y los servicios en la frontera sur.
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