La Habana, Cuba – En la isla caribeña, el salario medio mensual apenas alcanza los 5.000 pesos cubanos (CUP),equivalentes a unos 20 dólares estadounidenses según el mercado informal de divisas. Esta cifra, que a duras penas supera el salario mínimo recientemente aumentado a 2.100 CUP, plantea una realidad preocupante para la mayoría de los cubanos: la supervivencia económica se ha convertido en un desafío diario.
Precios desorbitados y desabastecimiento crónico
Un simple recorrido por los mercados y tiendas estatales revela una cruda realidad: los precios de los productos básicos son desorbitados y la escasez es la norma. Un litro de aceite puede costar hasta 500 CUP, un paquete de pollo alrededor de 1.200 CUP y un kilogramo de carne de cerdo puede superar los 2.000 CUP. Estos precios, inalcanzables para la mayoría de los trabajadores, obligan a muchos a recurrir al mercado negro, donde los precios son aún más elevados.
El desabastecimiento crónico agrava aún más la situación. Artículos de primera necesidad como jabón, detergente,papel higiénico o medicamentos desaparecen de los estantes durante semanas o incluso meses, generando largas filas y frustración entre la población.
¿Qué se puede comprar con un salario?
Con un salario medio, un cubano puede adquirir una cantidad limitada de alimentos básicos, como arroz, frijoles,huevos y algo de carne o pollo, siempre y cuando tenga la suerte de encontrarlos disponibles. El acceso a otros productos como ropa, calzado, electrodomésticos o artículos de higiene personal se convierte en un lujo inalcanzable para la mayoría.
La situación se agrava aún más para los pensionistas, cuyo ingreso mensual apenas supera los 1.528 CUP. Para ellos,sobrevivir se convierte en una lucha constante por conseguir lo mínimo indispensable.
¿Un futuro incierto?
La crisis económica que atraviesa Cuba, agudizada por la pandemia de COVID-19 y el endurecimiento del embargo estadounidense, ha sumido al país en una espiral inflacionaria y de escasez que parece no tener fin. El gobierno ha implementado algunas medidas para intentar paliar la situación, como la apertura de tiendas en Moneda Libremente Convertible (MLC) y el aumento del salario mínimo, pero estas medidas han sido insuficientes para mejorar el poder adquisitivo de la mayoría de los cubanos.
Mientras tanto, la población se ve obligada a recurrir a estrategias de supervivencia como el trueque, la reventa de productos y la búsqueda de remesas enviadas por familiares en el extranjero. Sin embargo, estas soluciones no son sostenibles a largo plazo y la incertidumbre sobre el futuro económico del país sigue siendo una constante en la vida de los cubanos.