Un apagón repentino interrumpió las operaciones del aeropuerto de Camagüey alrededor de la 1 p.m. de hoy, sumiendo a pasajeros y trabajadores en condiciones difíciles. A pesar de la activación de los generadores de emergencia, el aire acondicionado no funcionó adecuadamente, agravando la situación para quienes se encontraban en el terminal.
Este incidente pone de manifiesto la crisis energética que enfrenta Cuba, agravada por la falta de una solución clara debido a la ausencia de combustible en el país, y el estado de las plantas generadoras. La infraestructura, ya de por sí precaria, se ve aún más afectada por la falta de suministro eléctrico estable. Además del impacto en el transporte aéreo, esta situación también afecta otros aspectos vitales de la vida cotidiana, como el suministro de agua, la atención médica y el funcionamiento de las empresas.
Los pasajeros afectados expresan su preocupación por la falta de respuestas y medidas preventivas adecuadas. En medio de esta crisis, se requiere una acción urgente para garantizar la estabilidad y la seguridad en la infraestructura del país, así como para abordar las necesidades energéticas básicas de la población.