Rescate de barco inclinado en el agua con personas

Lujoso yate Lamborghini se hunde con 32 pasajeros a bordo frente a las costas de Miami Beach

Miami — Un impresionante yate de 63 pies de eslora, diseñado bajo la marca Lamborghini, terminó parcialmente sumergido este sábado frente a las exclusivas islas Monument y Star Island, en Miami Beach. A bordo se encontraban 32 personas, todas rescatadas sin que se reportaran heridos, según informaron autoridades locales.

La emergencia movilizó rápidamente al Departamento de Bomberos de Miami Beach, que coordinó el rescate en una zona frecuentada por embarcaciones de recreo y rodeada de mansiones de alto perfil. El incidente se produjo en aguas tranquilas, bajo condiciones climáticas estables, lo que ha llevado a las autoridades a investigar con mayor detenimiento las causas del hundimiento.

Hasta el momento, las causas que provocaron la falla estructural o técnica de la embarcación permanecen bajo análisis. La Guardia Costera de Estados Unidos confirmó que la empresa especializada en rescate marítimo Commercial Salvagetrabaja en las labores de recuperación del navío. A pesar del tamaño de la lancha y del número de personas a bordo, no se ha determinado que represente un riesgo inmediato para la navegación en la zona.

El hecho ha llamado la atención no solo por el despliegue operativo, sino también por el tipo de embarcación implicada. Los botes de lujo bajo licencia de la prestigiosa firma automotriz italiana Lamborghini son conocidos por su diseño vanguardista, materiales de alta tecnología y costos que superan con facilidad los varios millones de dólares. Su presencia en las aguas de Miami, destino predilecto de la élite náutica, no es inusual, aunque los incidentes de esta magnitud sí lo son.

A pesar de la espectacularidad del suceso, los equipos de respuesta actuaron con eficacia, evitando lo que pudo haber sido una tragedia. Las imágenes del rescate, ampliamente compartidas en redes sociales y medios locales, muestran a pasajeros siendo evacuados con calma hacia otras embarcaciones de apoyo.

El hundimiento se produce en un contexto donde el tráfico marítimo en la Bahía de Biscayne y alrededores ha experimentado un notable aumento, impulsado por el auge del turismo de lujo y el alquiler de yates privados. Este crecimiento ha llevado a las autoridades a reforzar protocolos de seguridad náutica y control de capacidad en ciertas zonas.

A la espera del informe oficial sobre lo ocurrido, este episodio reaviva el debate sobre los estándares de seguridad a bordo de embarcaciones recreativas, incluso aquellas de alto perfil, y la necesidad de asegurar que el lujo no sustituya a la precaución.

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