Un ciudadano cubano fue arrestado el pasado 20 de abril en el sur del estado de Arizona, cuando agentes de la Patrulla Fronteriza interceptaron el vehículo que conducía durante una inspección rutinaria en Ajo Highway, cerca de la zona de Three Points, conocida por su uso frecuente en actividades de contrabando de migrantes.
Durante la inspección, las autoridades encontraron a dos pasajeras sin estatus migratorio legal: una mujer mexicana de 29 años y otra de nacionalidad uzbeka, de 30. El conductor, de 33 años, tampoco presentó documentación legal que acreditara su estancia en el país. Según el informe oficial, se comprobó que había sido detenido en 2023 en Texas, donde solicitó asilo alegando persecución en Cuba. Desde entonces, se encontraba en libertad a la espera de una audiencia migratoria.
Las dos pasajeras enfrentan ahora procesos de deportación. En particular, la mujer mexicana tiene antecedentes de deportación previa y ya había sido procesada por violaciones migratorias en 2024.
El ciudadano cubano será acusado formalmente de cometer un delito federal de tráfico de personas, una infracción severamente penada por la legislación estadounidense y que podría derivar en su encarcelamiento, deportación definitiva y la pérdida de cualquier posibilidad de regularizar su situación migratoria.
Este caso se suma a una serie de detenciones recientes que involucran a ciudadanos cubanos en actividades de tráfico humano. Entre los más notorios figuran los arrestos de Rafael Rodríguez Hernández, condenado a 18 meses por transportar 27 migrantes desde las Bahamas; Yordany Capote-León y Yuniel Cabrera Piloto, quienes intentaron desembarcar a 18 personas cerca de Key Largo; y Yaquelin Domínguez Nieves, condenada a más de siete años tras un naufragio que dejó 16 víctimas fatales.
También se destacan los casos de Omar Ozuna-Berneda, detenido en Nuevo México con 31 migrantes a bordo de un camión; Idonis Fernando Morales Núñez, interceptado en Texas con cuatro pasajeros indocumentados; y la pareja compuesta por Rainel Lázaro Silies y Limay Gálvez González, detenida en Brackettville mientras transportaba a cinco migrantes.
En fechas recientes, tres cubanos más fueron arrestados en el sur de Florida tras ser vinculados con el traslado de 25 migrantes, la mayoría de origen chino, en dos vehículos detectados gracias a una denuncia ciudadana.
La legislación estadounidense considera el tráfico de personas como un delito federal grave, sancionado con penas de prisión y multas, dependiendo del número de personas involucradas y las condiciones del traslado. Las autoridades han intensificado la persecución de estas redes en el marco de una política migratoria restrictiva.