Rescate nocturno de avión estrellado en río

Colisión Aérea en Washington: Al Menos 12 Víctimas Recuperadas del Río Potomac

Un trágico accidente aéreo sacudió la capital estadounidense en la noche del miércoles, cuando un avión comercial y un helicóptero militar colisionaron en el aire cerca del Aeropuerto Nacional Ronald Reagan. La Administración Federal de Aviación (FAA) confirmó que el incidente ocurrió alrededor de las 9:00 p.m., enviando ambas aeronaves a las frías aguas del río Potomac.

Hasta el momento, equipos de rescate han recuperado al menos 12 cuerpos, aunque fuentes cercanas a la operación de salvamento advierten que la cifra de víctimas podría elevarse a 20. La intensa operación de búsqueda continúa en condiciones extremas, con temperaturas bajo cero, escasa visibilidad y corrientes fuertes que dificultan las labores de los buzos y socorristas.

El vuelo 5342 de American Eagle, procedente de Wichita, Kansas, transportaba 60 pasajeros y cuatro miembros de la tripulación. Entre ellos se encontraban atletas de patinaje artístico, entrenadores y familiares que regresaban de un evento deportivo, según confirmó la organización U.S. Figure Skating. La otra aeronave involucrada en la colisión era un helicóptero Black Hawk del Ejército de los Estados Unidos, con tres personas a bordo.

La alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, expresó su pesar por la tragedia y aseguró que todos los recursos de emergencia están siendo desplegados para asistir en las tareas de rescate. “Hablo en nombre de los 700,000 residentes de nuestra ciudad cuando digo que lamentamos profundamente esta pérdida”, declaró en una conferencia de prensa en la madrugada del jueves.

El impacto de la colisión llevó al cierre temporal del Aeropuerto Nacional Reagan, afectando a decenas de vuelos que fueron redirigidos al Aeropuerto Internacional Dulles. Autoridades aeroportuarias indicaron que la terminal permanecerá cerrada al menos hasta las 11:00 a.m. del jueves, mientras se desarrollan las investigaciones y operaciones de recuperación.

En un comunicado oficial, la FAA informó que se ha iniciado una investigación para esclarecer las causas del siniestro. Paralelamente, la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) ha desplegado un equipo de expertos para analizar el incidente y determinar posibles fallos en los protocolos de tráfico aéreo.

Este accidente ha despertado preocupación en la comunidad de la aviación, especialmente por el historial de incidentes con helicópteros Black Hawk en la región. En 2017, un modelo similar sufrió un accidente en Maryland, resultando en la muerte de un soldado y heridas en otros dos tripulantes. La repetición de estos eventos plantea interrogantes sobre los procedimientos de seguridad en maniobras aéreas cercanas a zonas urbanas.

A medida que avanza la operación de rescate, legisladores y funcionarios del gobierno han manifestado su solidaridad con las familias afectadas. El senador Ted Cruz aseguró en redes sociales estar monitoreando de cerca la situación y recibiría un informe detallado de la FAA sobre el accidente.

Mientras los equipos de emergencia trabajan contra el tiempo en la recuperación de víctimas y restos de las aeronaves, la comunidad de Washington y el país entero permanecen atentos a nuevos desarrollos sobre esta tragedia aérea.

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