El Gobierno de Estados Unidos reconoció este martes a Edmundo González como presidente electo de Venezuela, tras las elecciones celebradas el pasado 28 de julio. Este pronunciamiento llega en un momento de alta tensión política en el país sudamericano, marcando un claro apoyo de Washington a la oposición venezolana.
El anuncio fue realizado por Antony Blinken, secretario del Departamento de Estado, a través de un mensaje en la red social X, en el que destacó: «El pueblo venezolano se expresó de manera contundente el 28 de julio y eligió a Edmundo González como su presidente. La democracia exige respetar la voluntad de los votantes». La Embajada de Estados Unidos en Venezuela compartió el mensaje, subrayando la posición oficial del gobierno norteamericano.
Por su parte, Edmundo González agradeció el respaldo internacional y lo calificó como un reconocimiento al esfuerzo cívico de los venezolanos. «Este gesto refleja el compromiso de nuestro pueblo con el cambio y honra la voluntad soberana expresada en las urnas», afirmó González, quien ha estado residiendo en España como asilado político.
Desde el oficialismo, la respuesta no tardó en llegar. Yvan Gil, ministro de Exteriores de Venezuela, cuestionó duramente el anuncio estadounidense, acusando a la Administración Biden de injerencia y reviviendo un discurso crítico hacia lo que considera prácticas imperiales. En un mensaje publicado en Telegram, Gil afirmó que la «Revolución Bolivariana ha resistido y derrotado las intenciones de dominación de Estados Unidos», calificando el reconocimiento a González como una repetición de errores pasados.
González compitió en las elecciones como candidato de la oposición frente a Nicolás Maduro, quien declaró su victoria amparándose en los resultados oficiales presentados por el Consejo Nacional Electoral (CNE). Sin embargo, múltiples sectores, tanto nacionales como internacionales, han cuestionado la legitimidad de esos comicios, aumentando la presión sobre el gobierno venezolano.
El reconocimiento de Estados Unidos a González como presidente electo representa un nuevo capítulo en la relación tensa entre Caracas y Washington. Mientras tanto, la oposición venezolana celebra el respaldo internacional, que consideran crucial para avanzar hacia una transición política en el país.