Funcionarios del Pentágono han comenzado discusiones informales sobre cómo respondería el Departamento de Defensa si Donald Trump, ahora presidente electo y quien asumirá en enero, ordenara el despliegue de tropas en territorio nacional o implementara despidos masivos de empleados sin afiliación política. Según reporta CNN, estas conversaciones reflejan la preocupación por declaraciones de Trump, quien ha mostrado interés en utilizar el ejército para temas de seguridad interna y en reformar el Departamento de Defensa y otras agencias con personal leal a sus políticas.
Durante su campaña, Trump expresó su intención de reformar políticas de seguridad y migración mediante el uso de las fuerzas armadas para reforzar las fronteras y controlar lo que él ha llamado “enemigos internos” y “radicales de izquierda”. Esta perspectiva ha suscitado inquietud entre la cúpula militar, que considera posibles escenarios y riesgos en caso de que se emitan órdenes controvertidas que involucren a las fuerzas militares en asuntos internos. Según CNN, un funcionario del Pentágono aseguró que se están preparando para diversos escenarios, aunque no se han precisado detalles específicos de las medidas a tomar.
Escenarios de uso de tropas en deportaciones masivas y control interno
El posible uso de tropas en seguridad nacional, especialmente en áreas de migración y control civil, ha generado alarma entre antiguos funcionarios que sirvieron bajo la administración anterior de Trump. Entre ellos, el general retirado John Kelly, exjefe de gabinete de la Casa Blanca, quien expresó preocupación por lo que describe como una tendencia autoritaria en el enfoque de Trump. Kelly llegó a señalar que el expresidente mostraba afinidad con una ideología autoritaria, según reporta CNN.
La Ley de Insurrección otorga al presidente la autoridad para desplegar tropas dentro del país en casos de insurrección o terrorismo, pero aplicar esta legislación para fines de seguridad pública o migración podría establecer un precedente sin precedentes en la historia militar de Estados Unidos.
Impacto del “Schedule F” en los empleados civiles del Pentágono
Otra de las propuestas de Trump que ha generado preocupación es la posibilidad de reinstaurar el «Schedule F», un decreto que promulgó en 2020 y que permitiría reclasificar a miles de empleados federales, facilitando su despido sin los procesos formales habituales. Aunque esta medida fue detenida por la administración Biden, funcionarios del Pentágono ya están trabajando en listas de empleados que podrían ser afectados si la política es reinstaurada, según CNN.
Para los altos mandos del Departamento de Defensa, mantener la neutralidad política en el personal civil es esencial. El secretario de Defensa, Lloyd Austin, ha enfatizado la importancia de que los empleados civiles mantengan su lealtad a la Constitución. En un mensaje reciente al personal militar, Austin aseguró que las fuerzas armadas solo obedecerán órdenes legales y subrayó la responsabilidad del ejército como defensor de la Constitución y de los derechos de todos los ciudadanos estadounidenses.
El inminente regreso de Trump a la Casa Blanca plantea un desafío para el Pentágono, cuyos líderes se preparan para actuar conforme a sus principios constitucionales mientras gestionan las posibles implicaciones de un uso ampliado del poder presidencial en el ámbito militar interno del país.