El huracán Helene ha causado la muerte de al menos 42 personas en el sureste de los Estados Unidos tras su llegada a tierra como un huracán de categoría 4, con vientos máximos de 140 millas por hora. La tormenta ha provocado inundaciones masivas y daños estructurales en Florida, Georgia, Carolina del Norte y Carolina del Sur, entre otros estados.
En Florida, donde se han registrado siete muertes, el gobernador Ron DeSantis informó que una de las víctimas fue una persona en el condado de Dixie, donde un árbol cayó sobre una vivienda. Cinco personas más perdieron la vida en el condado de Pinellas durante la noche, según informaron las autoridades locales, y dos de estas muertes fueron atribuidas a ahogamientos.
Cathie Perkins, directora de gestión de emergencias del condado de Pinellas, señaló en una rueda de prensa que la recuperación será un proceso largo. «Va a tomar un tiempo para que el condado de Pinellas se vea como hace tres días», indicó.
Las inundaciones en la comunidad de Steinhatchee, en el noroeste de Florida, han dejado una estela de destrucción, con imágenes que revelan la magnitud del daño causado por el huracán.
En Carolina del Norte, se reportaron dos muertes, una de ellas la de un niño de 4 años que falleció en un accidente automovilístico provocado por las intensas lluvias. Otros tres niños que viajaban en el mismo vehículo resultaron heridos, dos de ellos con lesiones graves. Además, en Charlotte, una persona perdió la vida cuando un árbol cayó sobre su vivienda.
Carolina del Sur ha confirmado al menos 13 muertes debido al impacto de Helene, dos de las cuales fueron causadas por árboles caídos en el condado de Anderson. Las autoridades en Virginia también informaron de al menos una víctima mortal.
En Georgia, el gobernador Brian Kemp confirmó 11 muertes, entre ellas la de un socorrista que perdió la vida en medio de los esfuerzos de rescate. Kemp destacó que las operaciones de rescate continuaban, ya que aún había personas atrapadas por las inundaciones y los escombros causados por el huracán.
El huracán Helene ha dejado un rastro de devastación a su paso, afectando a miles de residentes y causando daños materiales y pérdidas humanas. Las autoridades locales continúan con los esfuerzos de recuperación y rescate en las áreas más afectadas.
