Ravil Mingazov, un exdetenido del centro de detención de Guantánamo, ha sido repatriado a Rusia después de pasar los últimos siete años en confinamiento solitario en los Emiratos Árabes Unidos (EAU). La repatriación de Mingazov, que ha generado preocupación entre defensores de los derechos humanos, se produjo a pesar de los temores de que pueda ser sometido a tortura en su país de origen, según informaron sus familiares.
Mingazov, quien estuvo detenido durante 22 años en diversas instalaciones, desde la notoria prisión en Bagram, Afganistán, hasta Guantánamo en Cuba, fue trasladado directamente a Rusia desde los EAU el pasado miércoles. A su llegada, fue llevado a la casa de su anciana madre, quien lo recibió con sorpresa y preocupación, según relató su hijo Yusuf.
Durante años, defensores de Mingazov, incluyendo su familia, advirtieron sobre el riesgo de abusos a los derechos humanos si era devuelto a Rusia, país del cual huyó en el año 2000 debido a la persecución por su fe musulmana. Aunque su abogado y su hijo expresaron un moderado optimismo al saber que ha salido del confinamiento en los EAU, la incertidumbre sobre su seguridad en Rusia persiste.
«Espero que Ravil pueda ahora vivir en paz, con tiempo para recuperarse entre familiares y amigos», declaró Gary Thompson, abogado de Mingazov.
Yusuf, por su parte, expresó un alivio mezclado con inquietud. «Estoy muy contento de que finalmente esté libre, pero no estoy satisfecho con la forma en que lo han hecho», comentó, al tiempo que subrayó que aún no se sabe si su padre está a salvo en Rusia.
Mingazov fue trasladado a los EAU en 2016 como parte de un acuerdo bilateral negociado por la administración Obama. Este acuerdo, que inicialmente prometía libertad y rehabilitación en el pequeño país de mayoría musulmana, fue percibido como una alternativa segura para los detenidos que no podían ser devueltos a sus países de origen debido a temores fundados de persecución y tortura.
Sin embargo, en lugar de recibir atención y reintegrarse en la sociedad, Mingazov y otros detenidos fueron confinados en un complejo similar a Guantánamo y mantenidos incomunicados durante años. Con el tiempo, los EAU comenzaron a expulsar a estos exdetenidos a sus países de origen, dejando a Mingazov como el último detenido de Guantánamo en su territorio.
A pesar de los esfuerzos de múltiples organizaciones de derechos humanos para impedir su repatriación, Mingazov fue finalmente enviado a Rusia, aparentemente sin su consentimiento, según informó su hijo. Durante su tiempo en los EAU, permaneció en confinamiento solitario, sin acceso a un abogado y con comunicaciones limitadas y eventualmente cortadas con su familia.
La situación de Mingazov es un recordatorio de las complejas y a menudo sombrías circunstancias que rodean a los exdetenidos de Guantánamo, quienes siguen enfrentando desafíos significativos incluso después de ser liberados del infame centro de detención.