A casi una semana del devastador paso del Huracán Oscar por el oriente cubano, que dejó a su paso importantes daños en viviendas, infraestructura y vías de acceso, la Dirección Provincial de Comercio y Gastronomía de Guantánamo ha lanzado una medida de apoyo en forma de venta de alimentos elaborados para las comunidades más afectadas, entre ellas Imías y San Antonio del Sur. Sin embargo, la decisión de ofrecer alimentos a la venta, en lugar de distribuir ayuda gratuita, ha generado críticas y malestar entre los residentes, quienes consideran la medida insuficiente y alejada de las necesidades urgentes de la población damnificada.
Muchos pobladores señalan que el cobro por alimentos en un contexto de emergencia, cuando cientos de familias han perdido sus pertenencias y fuentes de ingreso, no es una solución efectiva. La falta de una respuesta humanitaria que contemple la entrega gratuita de alimentos y recursos básicos ha llevado a cuestionamientos sobre las prioridades y la sensibilidad del gobierno ante el sufrimiento de los damnificados.
El huracán ha dejado intransitables varios accesos y ha afectado seriamente el suministro de agua, electricidad y alimentos en las comunidades aisladas de Guantánamo, por lo que, según activistas y residentes, la medida de ofrecer ventas controladas no es suficiente ni adecuada en una situación de emergencia. La decisión ha sido vista por muchos como un intento del gobierno de generar ingresos, en lugar de priorizar el bienestar de los afectados.
Ante estas críticas, varios sectores de la sociedad exigen un plan de emergencia más sólido que incluya distribución gratuita de alimentos y la restauración de servicios básicos, como agua y electricidad, en las áreas más afectadas. Los habitantes de estas comunidades reclaman que se ponga en marcha un sistema de asistencia integral que no solo se limite a la venta de alimentos, sino que brinde una ayuda completa a quienes enfrentan pérdidas significativas.
Hasta el momento, el gobierno no ha anunciado ninguna medida que contemple la entrega gratuita de alimentos, y la incertidumbre sigue siendo alta en estas localidades, donde el regreso a la normalidad parece lejano. La necesidad de un apoyo solidario y de soluciones efectivas para la recuperación ha dejado en evidencia la falta de un enfoque de ayuda humanitaria inmediata, un vacío que muchos consideran que el gobierno cubano debería cubrir para asegurar la dignidad y el bienestar de los damnificados.