a provincia de Holguín recibió recientemente un cargamento de insumos médicos esenciales movilizados por UNICEF Cuba, los cuales ya fueron distribuidos en todos los municipios afectados por el huracán Melissa. Las autoridades sanitarias del territorio confirmaron que todas las instituciones médicas cuentan ahora con estos recursos, que llegan en un momento crítico para el sistema de salud.
Los suministros refuerzan la labor de los equipos médicos que continúan atendiendo a niños, niñas, adolescentes y familias en comunidades golpeadas por el evento meteorológico. La organización de Naciones Unidas aseguró que mantendrá su acompañamiento, con el enfoque puesto en proteger a la infancia durante la fase de recuperación.
Sin embargo, este apoyo internacional se produce en un contexto donde la crisis sanitaria nacional sigue agravándose. En diversas provincias —incluyendo Holguín, Camagüey, Granma y Ciego de Ávila— se reportan brotes de dengue y chikungunya, falta de reactivos, escasez de antibióticos, interrupciones en servicios básicos y hospitales que trabajan al límite de su capacidad. A esto se suma el deterioro de la infraestructura hospitalaria, la intermitencia eléctrica y la carencia de personal, problemas que ya existían antes del ciclón y que ahora se profundizan.
El paso del huracán no hizo más que exponer y acentuar las debilidades estructurales del sistema de salud, obligando a depender en gran medida de la cooperación internacional para cubrir necesidades básicas. Mientras UNICEF, organizaciones religiosas y otros actores externos contribuyen con recursos, profesionales del sector y pacientes coinciden en que las carencias se han convertido en un panorama cotidiano.
En este escenario, la llegada de los insumos a Holguín representa un alivio importante, pero también evidencia la creciente distancia entre las necesidades reales del país y la capacidad interna para responder a emergencias sanitarias.
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