En medio de una crisis sin precedentes en el sistema de transporte en Cuba, una oficial de policía ha tomado una iniciativa notable para apoyar la transportación interna en la isla, una medida que, si bien ha generado descontento entre algunos choferes estatales, ha sido recibida con aplausos por la población afectada. Según relatos en redes sociales, incluyendo un testimonio destacado por Frank Enrrique en Facebook, la agente se dedicó a detener vehículos estatales en ruta hacia La Habana para asegurar que transportaran a ciudadanos esperando en paradas improvisadas.
La acción de la policía ocurrió en un contexto donde los transportes públicos son escasos y muchas unidades operan como si fueran de propiedad privada, ignorando a menudo las necesidades de transporte de los ciudadanos. Esta situación ha llevado a que la oficial en cuestión decidiera intervenir directamente, deteniendo a los vehículos estatales para que cumplieran con su función social.
A pesar de la resistencia inicial de algunos conductores, la medida logró organizar rápidamente a las personas en la parada. Según observaciones de ciudadanos en el lugar, en pocos minutos se formó una cola ordenada y los pasajeros comenzaron a abordar los vehículos de manera organizada.
La intervención de la policía no solo ha aliviado temporalmente la situación del transporte en el área, sino que también ha provocado un debate más amplio sobre el papel de la policía en la sociedad cubana. Un usuario en redes sociales comentó que si la policía se dedicara más a resolver problemas reales de la población como el transporte y menos a perseguir opositores, podría mejorar significativamente su imagen pública. Este comentario refleja una crítica extendida sobre la priorización de las actividades policiales en la isla, especialmente en contraste con la cobertura que estos temas reciben en medios internacionales.
