Durante la reciente visita de Miguel Díaz-Canel al poblado de El Cobre, en Santiago de Cuba, un joven interrumpió el recorrido oficial para expresar públicamente el descontento de los vecinos de Guamuta, una comunidad afectada por el paso del huracán Melissa.
El joven, que se identificó como residente de Guamuta, pidió permiso para hablar y explicó ante las cámaras:
“Yo vivo en Guamuta, mucha gente de la que está ahora mismo aquí es de Guamuta… Yo le voy a decir la verdad: allá arriba no ha ido nadie”.
El mandatario, visiblemente incómodo, le preguntó: “¿Pa’ qué tú estás grabando? ¿Tú me estás haciendo una directa?”. A lo que el joven respondió con calma: “No, eso es mi cámara, es para mi mamá, todo el mundo quiere ver al presidente”.
Ante la insistencia, el joven reiteró: “Allá arriba en Guamuta no ha ido nadie”. Díaz-Canel intentó ponerlo en duda, preguntándole si estaba seguro. “Seguro”, afirmó el ciudadano, detallando que en la zona viven cerca de dos mil personas, entre ellas niños y ancianos, algunos de los cuales duermen aún al borde del camino tras haberlo perdido todo durante el huracán.
El incidente, grabado por testigos y difundido en redes sociales, ha generado amplia repercusión, mostrando el contraste entre las visitas oficiales y las demandas no atendidas de comunidades rurales que enfrentan graves carencias.
La conversación terminó con el mandatario prometiendo regresar la próxima semana, mientras una trabajadora social intentaba intervenir para calmar la situación.
Según información publicada la escena evidencia el descontento ciudadano y la falta de respuestas concretas tras los desastres naturales que han golpeado el oriente cubano.
Fuente: publicación en Facebook de Omar Sayut Taquechel
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