El actor y humorista cubano Ulises Toirac compareció esta semana ante la Seguridad del Estado, según él mismo confirmó en una publicación en redes sociales. El encuentro, que tuvo lugar en un ambiente descrito como “de respeto mutuo”, se produce en un contexto de alta sensibilidad social y creciente vigilancia sobre las voces críticas en la isla.
Toirac, conocido por sus publicaciones cargadas de ironía, denuncia social y cuestionamiento al poder, señaló que la conversación se extendió por más de una hora y abordó diversos temas relacionados con la situación nacional. Aclaró que no se le presionó para cambiar sus opiniones, aunque su citación fue interpretada por muchos como una advertencia simbólica.
Con su estilo característico, el artista comentó que el día fue más incómodo que intimidante: no pudo ir al baño durante la reunión, su teléfono se descargó y, al regresar a casa, no tenía electricidad, lo cual retrasó su mensaje público sobre lo ocurrido.
A pesar del tono relajado, el hecho de haber sido citado no pasó desapercibido para sus seguidores, que interpretan este tipo de acciones como mecanismos de control sobre quienes se atreven a opinar en voz alta, especialmente cuando esas opiniones cuestionan directamente decisiones oficiales.
Toirac ha sido especialmente crítico en los últimos días frente a medidas ampliamente impopulares, como el reciente aumento de tarifas por parte de ETECSA, al que muchos ciudadanos han reaccionado con indignación. También se pronunció respecto a la huelga estudiantil en la Universidad de La Habana, donde advirtió que cualquier intento de represión estatal podría tener consecuencias políticas difíciles de revertir.
La postura del humorista no es nueva. Durante años ha mantenido una línea de pensamiento que, aunque expresada desde el arte y el humor, desmantela narrativas oficiales y refleja el hartazgo de una parte significativa de la población, que siente que las autoridades no responden a sus necesidades reales.
El caso de Toirac se suma a una lista creciente de figuras públicas y ciudadanos comunes que, al expresar sus opiniones en redes sociales, enfrentan desde citaciones hasta represalias más sutiles. Estos hechos alimentan la percepción de que el espacio para el disenso se estrecha, incluso en contextos donde la crítica se formula desde la legalidad y el respeto.
Con el país atravesando una crisis prolongada, marcada por apagones, escasez, inflación y un éxodo persistente, la citación al artista lanza un mensaje: los límites de lo tolerado no están claros, y quienes los cruzan, aunque sin violencia, se exponen a recordatorios silenciosos de que el margen de libertad es frágil.
#UlisesToirac #Cuba2025 #LibertadDeExpresión #SeguridadDelEstado #CríticaSocial #ETECSA #HuelgaEstudiantil #ControlInstitucional #MalestarSocial #OpiniónCuba