Rui Andrade, un ciudadano canadiense y reconocido peluquero residente en la ciudad de Winnipeg, falleció el pasado 2 de marzo mientras disfrutaba de unas vacaciones en Cuba, en lo que su familia describe como un aparente intento de robo que derivó en un acto violento. El trágico suceso ha generado consternación tanto en su entorno personal como en la comunidad donde ejercía su profesión.
El hermano del fallecido, Paulo Andrade, dio a conocer a través de mensajes publicados en redes sociales que Rui fue encontrado en una ciudad de la península cubana con una herida profunda en el brazo izquierdo, aparentemente provocada por un objeto cortante que comprometió una arteria. A pesar de haber sido trasladado con urgencia a un centro médico cercano, no logró sobrevivir a las lesiones.
“Le arrebataron la vida mientras intentaban robarle”, expresó Paulo en una de sus publicaciones, visiblemente afectado. No obstante, también pidió a la ciudadanía prudencia ante la circulación de versiones no confirmadas, subrayando que la familia aún espera información oficial que arroje luz sobre lo sucedido.

El fallecimiento de Andrade ha sido lamentado por decenas de personas en redes sociales. Clientes, amigos y familiares han expresado su dolor por la pérdida de un hombre descrito como carismático, generoso y profesionalmente comprometido. Su funeral tuvo lugar este 25 de marzo en el Assumption Cemetery de Ontario, en una ceremonia multitudinaria marcada por el recogimiento y el afecto de quienes compartieron su vida.
El hecho, aunque aún bajo investigación, plantea nuevamente el debate sobre la seguridad de los visitantes extranjeros en destinos turísticos del Caribe. Si bien Cuba se ha destacado históricamente por ser uno de los países más seguros de la región para los viajeros, incidentes aislados como este generan preocupación, especialmente entre aquellos que optan por explorar zonas menos turísticas o viajan por cuenta propia.
Hasta el momento, las autoridades cubanas no han emitido un comunicado oficial sobre el caso. La familia de Andrade continúa a la espera de esclarecimientos por parte de las instituciones competentes, con la esperanza de que se haga justicia y que el proceso avance sin especulaciones que entorpezcan su curso.
Mientras tanto, la memoria de Rui Andrade permanece viva entre quienes lo conocieron, como símbolo de una vida entregada al servicio y a la comunidad, y cuya pérdida repentina ha dejado un vacío profundo tanto en Canadá como entre quienes lo acogieron durante su último viaje.