Washington, D.C. – En un movimiento que aviva la tensión política en Estados Unidos, el presidente Donald J. Trump ha declarado nulos los indultos otorgados por su predecesor, Joe Biden, durante las últimas horas de su mandato. La decisión, anunciada este lunes a través de la red social Truth Social, ha desatado un debate sobre la validez legal de los documentos firmados mediante «autopen», un dispositivo mecánico utilizado para replicar la firma del mandatario.
Entre los beneficiarios de estos indultos se encuentran miembros del Comité Investigador de los sucesos del 6 de enero de 2021, el exasesor médico de la Casa Blanca, Anthony Fauci, y varios miembros de sus familias. Trump sostiene que estos perdones son ilegales, argumentando que «se declaran por la presente nulos, vacíos y sin más fuerza o efecto, debido al hecho de que fueron hechos con autopen».
El uso del autopen en la firma de documentos presidenciales no es inédito. Presidentes anteriores, incluidos George W. Bush y Barack Obama, han empleado esta tecnología para autorizar leyes y medidas administrativas. Sin embargo, la legalidad de su aplicación en indultos presidenciales ha sido poco explorada en la jurisprudencia estadounidense, lo que abre la puerta a una batalla legal sin precedentes.
Expertos en derecho constitucional advierten que la revocación de indultos presidenciales es un terreno inexplorado en la historia de Estados Unidos. «El poder de indulto es una prerrogativa exclusiva del presidente en funciones en el momento de su emisión. Si se cumplieron los requisitos legales, el intento de anularlos podría enfrentar un serio obstáculo en los tribunales», señaló Daniel Goldberg, profesor de derecho en la Universidad de Georgetown.
La decisión de Trump también ha generado una fuerte reacción en el Congreso. Varios legisladores demócratas calificaron la medida como un abuso de poder y han planteado la posibilidad de iniciar un proceso de impeachment, argumentando que el presidente está usurpando facultades que no le corresponden. «Esta es una acción sin precedentes y una afrenta a la separación de poderes», declaró el senador Chris Murphy (D-CT).
Mientras tanto, la oposición republicana se encuentra dividida. Algunos legisladores respaldan la decisión de Trump, asegurando que los indultos de Biden fueron una maniobra política para proteger a sus aliados. Otros, sin embargo, han expresado preocupación sobre las implicaciones legales y constitucionales de esta medida.
El debate sobre la validez de los indultos y la capacidad de un presidente para anularlos podría llegar hasta la Corte Suprema, donde los jueces tendrán que abordar una cuestión sin antecedentes claros. En un contexto político ya convulso, esta controversia añade un nuevo elemento de incertidumbre a la administración de Trump y a la estabilidad institucional del país.