En el poblado de Chamarreta, municipio de San Luis, en la provincia de Santiago de Cuba, ocurrió un horrendo crimen que ha conmocionado a los residentes de esta pequeña comunidad rural. Según reportes del periodista independiente Yosmany Mayeta Labrada y de usuarios en redes sociales, una familia compuesta por un joven y sus dos padres fue asesinada, y posteriormente, su vivienda fue incendiada en un intento por ocultar el delito.
Las víctimas fueron identificadas como Felipe Peña Santos, de 30 años, y sus padres, Felipe Peña Sablón (conocido como «Felipón») y Gisela Santos. De acuerdo con los testimonios de vecinos, el motivo del ataque habría sido el robo de unos bueyes, dinero y otras pertenencias de la familia.
Después de perpetrar los asesinatos, los delincuentes incendiaron la casa con los cuerpos dentro, aparentemente con la intención de simular un incendio accidental. Los vecinos de Chamarreta, quienes han denunciado previamente una creciente ola de robos y asaltos en la zona, expresaron su indignación y temor tras el brutal crimen.
«En este lugar están acabando y a nadie le importa lo que aquí está pasando, a pesar de ser una comunidad pequeña», declaró una residente local que prefirió no revelar su identidad. Según su testimonio, ella misma ha sido víctima de varios robos, aunque afortunadamente no se encontraba en casa cuando estos ocurrieron.
Este crimen ocurre en un contexto de denuncias persistentes por parte de los campesinos de la zona, quienes aseguran que el robo de bueyes y otros animales es un problema recurrente que no ha recibido atención suficiente por parte de las autoridades locales.
Hasta el momento, las autoridades provinciales no han emitido declaraciones oficiales sobre el incidente, y la prensa estatal no ha abordado el tema. Esto ha generado críticas en redes sociales, donde algunos usuarios cuestionan el contraste entre los esfuerzos por proyectar una imagen de seguridad y los problemas reales que enfrentan comunidades como Chamarreta.
El caso pone de manifiesto la inseguridad creciente en algunas zonas rurales y la sensación de abandono que expresan los residentes de estas localidades, quienes demandan mayor protección y atención a los problemas de delincuencia que afectan su vida cotidiana.