Después de años de reportes y denuncias sobre el desvío de recursos y la falta de transparencia en la distribución de combustible para la campaña tabacalera, las autoridades cubanas finalmente han decidido implementar una distribución directa del recurso a los productores de tabaco en Pinar del Río. Esta medida llega luego de que un estudio revelara que solo el 40% del combustible asignado en campañas anteriores llegaba realmente a los campos, dejando a los productores a merced de una cadena de intermediarios donde la corrupción y el desvío de recursos parecen haber estado presentes.
El representante del grupo Tabacuba, Osvaldo Santana Vera, explicó que, para la presente campaña, más de 6,000 productores vueltabajeros recibirán el combustible sin intermediarios. Para ello, se han destinado cinco camiones cisterna, cuatro con una capacidad de 8,000 litros y uno de 10,000 litros, equipados con GPS y un sistema de cobro electrónico (POS) para intentar asegurar la transparencia en el proceso. Sin embargo, cabe preguntarse por qué este tipo de medidas no se implementaron antes, dado que las irregularidades en la entrega de combustible son una problemática conocida desde hace tiempo.
El nuevo sistema de distribución directa busca asegurar que el 60% o 70% del combustible realmente llegue a los campos, lo cual es un avance significativo en comparación con las cifras alarmantes de campañas anteriores. Además, se ha establecido que cada productor abonará el costo del combustible según las hectáreas contratadas, eliminando así problemas de impago que, aparentemente, también formaban parte del problema.
La situación pone en evidencia años de una estructura ineficaz y, según algunas fuentes, permeada por la corrupción, donde los recursos destinados a los agricultores no cumplían su propósito debido al involucramiento de intermediarios y posibles desvíos de combustible. Este nuevo esquema de distribución directa, aunque prometedor, llega como un reconocimiento tardío a una realidad que los agricultores han padecido durante años, soportando la falta de combustible en pleno ciclo de producción y viéndose obligados a pagar altos precios en el mercado informal para poder sostener su actividad.
En esta campaña, la distribución se realizará dos veces en las 120 zonas agrícolas georreferenciadas con la ayuda de Geocuba, en un intento de garantizar que los recursos lleguen donde realmente se necesitan. Los productores recibirán tanques de almacenamiento adecuados a los volúmenes asignados, una medida que, nuevamente, evidencia la necesidad de un control más directo que, al parecer, nunca se consideró en campañas pasadas.
Además, el grupo Tabacuba ha anunciado asignaciones mensuales de combustible para otros cultivos en la provincia. Sin embargo, la gran interrogante que queda es por qué las autoridades demoraron tantos años en reconocer el problema, permitiendo que miles de productores soportaran las consecuencias de una cadena de distribución que, en última instancia, benefició más a los intermediarios que a quienes realmente trabajaban en los campos.