MANZANILLO, GRANMA — La tranquila comunidad de Manzanillo ha sido sacudida por un lamentable suceso que cobró la vida de un respetado profesor universitario y su fiel mascota. Carlos Maximiliano Fernández Mesa, docente en la Facultad de Ciencias Médicas de Manzanillo, fue encontrado sin vida en su hogar el pasado jueves, en un incidente que también terminó con la vida de su perro.
Los detalles del crimen aún están bajo investigación y el móvil no ha sido determinado. Según declaraciones de una vecina, quien solicitó permanecer en el anonimato, un hombre alto y de raza negra fue visto abandonando la residencia del profesor el día de los hechos. Esto ha llevado a especular sobre la posibilidad de un crimen pasional, aunque las autoridades no han confirmado ninguna teoría.
La noticia ha resonado fuertemente en redes sociales y entre los ciudadanos de Manzanillo, donde se han multiplicado las expresiones de dolor y exigencias de justicia. Mirelis Cruz, en un conmovedor mensaje, reflejó el sentir general: «Cuanto dolor en este país, no queremos más sufrimiento! EPD y Dios le de la LUZ.» Por su parte, Enrike Carbajal y varios otros internautas simplemente expresaron «EPD» como muestra de respeto y duelo.
El impacto de este trágico evento ha resonado profundamente entre colegas, estudiantes y miembros de la comunidad médica, quienes han expresado su duelo y consternación por la pérdida de un miembro tan valioso y querido. La demanda de justicia y una pronta resolución del caso se ha hecho sentir en toda la localidad, esperando que no se sume a la lista de crímenes sin resolver que, lamentablemente, han venido ocurriendo con cierta regularidad en la región.
Mientras la investigación continúa, la comunidad de Manzanillo espera que se esclarezcan los hechos y que los responsables de este doloroso suceso sean llevados ante la justicia. El recuerdo de Carlos Maximiliano y su compromiso con la educación y el bienestar de sus estudiantes perdurará, marcando un legado que, aun en su ausencia, sigue inspirando a quienes tuvieron el privilegio de conocerlo.