San Pedro

Tradicional Entierro de San Pedro en Camagüey en Medio de Apagones

Camagüey, Cuba – En un año marcado por la crisis económica y los constantes apagones, la tradicional celebración del Entierro de San Pedro en Camagüey ha adoptado un tono diferente. Este evento cultural, que marca el final de los carnavales y normalmente reúne a la comunidad en un ambiente de fiesta y tradición, se ha visto opacado por la falta de electricidad, agua y comida, reflejando la difícil situación que atraviesa la provincia y el país en general.

La festividad, que suele ser un respiro de las dificultades cotidianas, esta vez ha sido escenario de un descontento generalizado. Los habitantes de Camagüey, quienes esperaban con ansias el evento para escapar momentáneamente de sus problemas diarios, se encontraron con un panorama desalentador: largas filas para obtener alimentos, escasez de agua potable y la ausencia de luz eléctrica, que dejó a muchos en la penumbra durante las actividades nocturnas.

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Pedro, un residente de la ciudad, expresó su frustración: «Siempre esperamos esta fecha para olvidarnos de los problemas, pero este año ha sido peor. No hay comida suficiente, y los apagones hacen que sea imposible disfrutar de nada. Esto ya no es vida.»

La situación ha generado un debate en la comunidad sobre la pertinencia de mantener celebraciones en medio de una crisis tan severa. Algunos argumentan que estas tradiciones son esenciales para mantener viva la cultura y el espíritu del pueblo, mientras que otros consideran que son un «pan y circo» inapropiado en tiempos de tanta necesidad.

Ana María González, otra residente, compartió su opinión: «Entiendo la importancia de nuestras tradiciones, pero también necesitamos soluciones reales a nuestros problemas. ¿De qué sirve celebrar si no tenemos lo básico para vivir? Es una burla.»

Las autoridades locales han tratado de minimizar el impacto de las carencias, organizando actividades diurnas y simplificando algunos aspectos del evento para adaptarse a las restricciones. Sin embargo, esto no ha sido suficiente para calmar el malestar de muchos camagüeyanos.

En un intento por aportar algo de alivio, se ha distribuido agua potable en puntos específicos y se han instalado generadores para proveer electricidad en ciertas áreas clave durante la celebración. No obstante, estos esfuerzos han sido insuficientes para cubrir las necesidades de toda la población.

Carlos Mendoza, un joven de la localidad, expresó su descontento de manera contundente: «No aguantamos más. Estamos cansados de que nos pidan paciencia y sacrificio mientras ellos no hacen nada para mejorar nuestras vidas. La fiesta debería ser para todos, no solo para unos pocos que pueden permitírsela.»

La situación en Camagüey es un reflejo de la realidad que enfrenta gran parte del país, donde la escasez de recursos básicos y los apagones se han vuelto una constante. Mientras tanto, los cubanos continúan luchando por encontrar un equilibrio entre mantener vivas sus tradiciones y exigir las mejoras necesarias para una vida digna.

La festividad del Entierro de San Pedro, que en otras circunstancias sería una celebración vibrante y llena de alegría, este año ha servido como recordatorio de las dificultades que enfrentan los habitantes de Camagüey y de toda Cuba. La esperanza de muchos es que, más allá de las festividades, las autoridades tomen acciones concretas para aliviar la crisis y devolver algo de normalidad y estabilidad a la vida diaria de los ciudadanos.

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