El estado de Texas se encuentra en alerta sanitaria tras la propagación de un brote de sarampión que, desde finales de enero, ha alcanzado los 198 casos confirmados, según informaron las autoridades de salud. La enfermedad ya se ha cobrado la vida de un niño, marcando el primer fallecimiento por sarampión en Estados Unidos en casi diez años.
El condado de Gaines, ubicado en la región oeste del estado, ha sido identificado como el epicentro del brote, con 137 contagios registrados hasta la fecha. La magnitud del problema ha llevado a la hospitalización de al menos 23 personas, mientras que los expertos advierten sobre el riesgo de una mayor propagación, particularmente en comunidades con bajas tasas de vacunación.
Las estadísticas oficiales revelan que los menores de edad son el grupo más afectado. Un total de 89 casos corresponden a niños y adolescentes de entre 5 y 17 años, mientras que 64 contagios han sido identificados en el rango de edad de 0 a 4 años. Además, se ha confirmado que 80 de los infectados no contaban con la vacuna contra el sarampión, mientras que el estatus de inmunización de otros 113 casos aún no ha sido determinado.
El brote también ha comenzado a extenderse más allá de Texas, con Nuevo México reportando un aumento significativo en los casos. En apenas 24 horas, los contagios en ese estado pasaron de 10 a 30. Además, un adulto que había dado positivo por sarampión falleció recientemente, aunque las autoridades aún investigan si la causa del deceso estuvo directamente relacionada con la enfermedad.
El resurgimiento del sarampión en Estados Unidos ha reavivado el debate sobre la importancia de la vacunación, una estrategia clave en la erradicación de la enfermedad durante décadas. Sin embargo, el incremento de movimientos antivacunas y la desinformación han llevado a una reducción en las tasas de inmunización, creando condiciones propicias para la reaparición de brotes de enfermedades prevenibles.
Las autoridades sanitarias instan a la población a asegurarse de que los esquemas de vacunación de niños y adultos estén al día, enfatizando que la vacuna contra el sarampión es altamente efectiva y segura. Mientras los equipos médicos trabajan para contener la propagación del virus, los expertos advierten que, sin una acción rápida y decidida, el brote podría continuar expandiéndose en las próximas semanas.
