MADRID, 3 de abril. – Un devastador terremoto de 7,4 grados en la escala de Ritcher ha sacudido la isla de Taiwán este miércoles por la mañana, dejando un saldo de al menos cuatro personas fallecidas y 57 heridas. El sismo, que ha sido seguido por una serie de potentes réplicas, ha provocado el colapso de estructuras y daños en diversas infraestructuras, según reporta Europa Press. Este evento sísmico ha generado también una alerta de tsunami en Japón, la cual fue posteriormente levantada.
El terremoto principal, acompañado de otro de 6,2 grados y más de una decena de réplicas siendo la más fuerte de 6,5 grados, ha afectado principalmente el este de la isla, en el condado de Hualian y sus alrededores. La respuesta inmediata de los equipos de emergencia ha sido crucial para iniciar las labores de rescate de personas atrapadas entre los escombros.
El Departamento de Bomberos de Taiwán ha informado de las muertes ocurridas tanto en la carretera de Taroko Dekaron, en el municipio de Xiulin, como cerca del túnel de Daqingshui, detallando las labores en curso para asistir a los heridos y afectados por el desastre.
La ciudad de Taipéi, cuyo alcalde Chiang Wanan ha confirmado la elevación del centro de respuesta a desastres a nivel dos, se ha movilizado para enfrentar las consecuencias del sismo, instando a la ciudadanía a mantener precaución ante posibles réplicas. Esta movilización incluye la disposición de personal de obras públicas, estaciones industriales, y bomberos, junto con la formación de equipos de respuesta de emergencia.
Afortunadamente, el Centro Meteorológico de Taiwán ha levantado la alerta por tsunami, confirmando que ya no existe riesgo inminente. La sensación del temblor también se extendió hasta las islas japonesas de Okinawa, donde inicialmente se había emitido una alerta de tsunami que también fue retirada.
Este terremoto es el más fuerte registrado en Taiwán en los últimos 25 años, recordando el devastador sismo de 7,3 grados de septiembre de 1999 que dejó más de 2.400 muertos y 11.000 heridos. La comunidad internacional se mantiene atenta a la situación en Taiwán, ofreciendo su apoyo ante este desastre natural.