El Servicio Penitenciario Federal de Rusia ha confirmado el fin del motín en el Centro de Detención Preventiva Nº1 en Rostov del Don, que resultó en la muerte de los seis líderes de la rebelión y la liberación segura de dos rehenes.
Según reporta Europa Press, las autoridades llevaron a cabo una «operación especial» para resolver la crisis, que comenzó este sábado en la prisión ubicada en la capital regional de Rostov. Los seis cabecillas del motín, entre ellos tres condenados por terrorismo y presuntamente vinculados con el Estado Islámico, fueron neutralizados por las fuerzas de seguridad. Los rehenes, un responsable de operaciones y un supervisor de la prisión, fueron liberados sin sufrir heridas.
El incidente se desencadenó cuando los prisioneros armados con objetos improvisados como una navaja de bolsillo, una porra de goma y un hacha contra incendios, tomaron el control del patio de la prisión. Exigían su liberación y según fuentes de seguridad citadas por la agencia TASS, el plan de escape había sido meticulosamente organizado durante meses con posible colaboración externa.
Los rehenes fueron capturados durante las primeras horas del motín, aumentando la tensión en el establecimiento penitenciario hasta que la intervención de las fuerzas especiales puso fin al enfrentamiento. La identidad de los cabecillas, Shamil Akiev, Tamerlan Gireev y Azamat Tsitskiev, era conocida por las autoridades debido a sus anteriores condenas relacionadas con intentos de ataque terrorista en la república rusa de Karacháyevo-Cherkesia.
Este evento destaca los continuos desafíos de seguridad en las prisiones rusas, especialmente aquellas que albergan a convictos de alta peligrosidad con conexiones a organizaciones extremistas globales.