El cantautor cubano Silvio Rodríguez ha emitido una fuerte declaración sobre la grave crisis energética que afecta a Cuba, atribuyendo la mayor parte de la responsabilidad al embargo de Estados Unidos. Según Rodríguez, el país está atravesando su peor situación energética en décadas, con la mayor parte de la isla sumida en la oscuridad tras el colapso del sistema eléctrico el pasado 17 de octubre. Esta interrupción ha paralizado el país, obligando a la suspensión de clases y el cierre de gran parte de las actividades económicas.
Rodríguez señala que la causa principal de este apagón masivo radica en la falta de combustible para operar las termoeléctricas, un problema que se ha visto agravado por el bloqueo estadounidense. El artista insiste en que el embargo ha impedido a Cuba acceder a los recursos necesarios para sostener su infraestructura energética, haciendo hincapié en que «el bloqueo no es un pretexto», y que sus efectos han generado una escasez profunda en la isla.
Sin embargo, no todos los cubanos comparten esta visión. Mientras Silvio Rodríguez apunta al embargo, muchos ciudadanos en la isla culpan al propio gobierno por la ineficiencia y la mala gestión de los recursos. “El gobierno siempre culpa al bloqueo, pero llevamos años de apagones y no han hecho nada para mejorar la situación. No podemos seguir dependiendo de la misma infraestructura de hace décadas”, comenta Mario Fernández, un ingeniero eléctrico residente en La Habana. Para él, el problema radica en la falta de inversiones en tecnologías más modernas y sostenibles, y critica la incapacidad del gobierno para diversificar la matriz energética del país.
Otros cubanos expresan su frustración por la gestión de las autoridades. “Cada vez que pasa algo, culpan al bloqueo, pero es el gobierno quien no ha sabido administrar el poco combustible que tenemos. Si hubiera más eficiencia, quizás no estaríamos en esta situación tan crítica”, señala Ana García, profesora universitaria. Además, varios ciudadanos también han cuestionado el destino de las inversiones que, según dicen, deberían haberse utilizado para reparar las plantas eléctricas y evitar el deterioro continuo del sistema energético cubano.
Rodríguez, por su parte, también hizo referencia a la disminución de la ayuda que en su día ofrecía Venezuela, afectada por las sanciones de Estados Unidos. Según el cantautor, el recorte en el suministro de hidrocarburos por parte de Caracas ha empeorado la situación en Cuba, que ahora debe enfrentarse a esta crisis con recursos limitados. Sin embargo, para muchos en la isla, este argumento sigue sin ser suficiente para justificar la falta de acciones concretas por parte del gobierno cubano.
Las críticas hacia el gobierno no solo se centran en la crisis energética actual, sino en la incapacidad de modernizar el sistema eléctrico y en la dependencia continua de fuentes de energía obsoletas. Varios expertos han señalado que la transición a energías renovables ha sido insuficiente, y que las autoridades han ignorado durante años la necesidad urgente de actualizar la infraestructura.
A pesar de las crecientes críticas, el gobierno cubano ha reiterado que está trabajando para restablecer el servicio eléctrico y ha asegurado que la situación es producto de factores externos, como el bloqueo y las sanciones internacionales. Sin embargo, para un número cada vez mayor de cubanos, estos argumentos resultan insuficientes, y muchos creen que la ineficiencia y la falta de transparencia en la gestión pública son las verdaderas razones detrás de la crisis que hoy enfrenta el país.