Cinco trabajadores turcos y un cubano continúan hospitalizados después de sufrir quemaduras tras el incendio ocurrido en la central flotante KPS-57, ubicada en la bahía de La Habana, el pasado 26 de septiembre. El siniestro, que fue controlado rápidamente, no provocó daños en la estructura de la patana ni afectó la generación eléctrica, según informaron las autoridades.
De acuerdo con declaraciones del doctor Fernando Trujillo Sánchez, director de Servicios Hospitalarios del Ministerio de Salud Pública (MINSAP), uno de los dos pacientes ingresados en el hospital Calixto García ya ha sido dado de alta, mientras que el otro paciente, un operador cubano, presenta una evolución favorable y no se reportan complicaciones en su estado de salud.
Los cinco trabajadores turcos que resultaron heridos fueron trasladados al hospital Hermanos Ameijeiras. Según el parte médico, dos de ellos se encuentran en estado crítico extremo, uno está clasificado como muy grave y los otros dos presentan lesiones de menor gravedad.
El incendio ocurrió mientras se realizaban trabajos de soldadura en la patana, según informó el diario Granma, y fue controlado de manera inmediata sin daños estructurales. Las autoridades cubanas actuaron rápidamente para trasladar a los heridos a centros médicos especializados, donde recibieron atención inmediata.
El incidente tuvo lugar en un contexto donde varias patanas, incluidas las de Santiago de Cuba, Mariel, y Melones, se encuentran fuera de servicio debido al déficit de combustible que ha afectado la generación eléctrica en el país en las últimas semanas, según la Unión Eléctrica de Cuba (UNE). Estas centrales flotantes, alquiladas por el gobierno cubano desde 2019, juegan un papel crucial en el sistema eléctrico de la isla, aunque el costo exacto de su renta mensual no ha sido revelado públicamente.
A pesar del incidente, la UNE informó que el incendio no ha tenido un impacto negativo en el suministro eléctrico.