En un acto de protesta simbólica ante los frecuentes apagones en Cuba, el sacerdote Alberto Reyes de Camagüey ha anunciado que sonará las campanas de su iglesia cada vez que la ciudad se quede sin electricidad. Reyes, quien es párroco de la iglesia en Esmeralda, provincia de Camagüey, ha prometido tocar las campanas 30 veces en un ritmo que recuerda a los cortejos fúnebres, simbolizando la «muerte agónica de la libertad y los derechos».
El clérigo utilizó las redes sociales para comunicar su método de protesta, que busca llamar la atención sobre las dificultades que enfrentan los cubanos debido a la inestabilidad en el suministro eléctrico. Además de su gesto simbólico, Reyes ha instado a los ciudadanos a adoptar formas de protesta que no impliquen peligros físicos, como el rechazo a participar en eventos gubernamentales y la educación de los jóvenes en valores de honestidad y valentía.
Esta iniciativa del sacerdote viene en un momento en que los ciudadanos de Baracoa, provincia de Guantánamo, también han manifestado su descontento con los apagones a través de protestas callejeras tras más de 14 horas continuas sin electricidad.
El padre Reyes ha compartido una dura crítica hacia la respuesta del gobierno frente a las demandas del pueblo, describiendo a la sociedad cubana como «domesticada» y colaboradora con un sistema que, según él, reprime cualquier intento de protesta con severidad. En sus palabras, destacó la resignación del pueblo cubano frente a la adversidad, pero también su complicidad involuntaria con el régimen al participar en actos políticos oficiales.