ARTEMISA, Cuba – Un significativo caso de corrupción ha sido expuesto por la Fiscalía Provincial de Artemisa en la Empresa Eléctrica del Mariel, donde 13 empleados están implicados en un fraude que ascendió a más de 21 millones de pesos cubanos (CUP). Este incidente se reveló en un momento especialmente crítico para la Unión Eléctrica, ya que Cuba enfrenta severos déficits en la generación de energía.
Los hechos se desencadenaron por una falta grave de controles internos adecuados sobre los recursos financieros y materiales en la Zona Especial de Desarrollo del Mariel, coincidiendo con informes de un déficit de producción energética de más de 1.000 MW a nivel nacional. Esto evidencia una gestión ineficiente y vulnerable de los recursos esenciales para el país.
Investigaciones detallan que el jefe del almacén en la Unidad Empresarial de Base de la UNE en la zona alteró fraudulentamente los registros del inventario para sustraer y posteriormente comercializar recursos destinados al desarrollo energético del país. Además, contó con la complicidad de tres linieros eléctricos que, utilizando vehículos oficiales, facilitaron el traslado y venta ilegal de estos bienes.
El daño económico a la empresa supera los 21 millones de pesos, pero más allá de la cifra, el daño al sistema energético y la confianza pública es profundo. La fiscalía ha acusado a varios directivos y empleados por no prevenir estos delitos, con cargos que incluyen falsificación de documentos bancarios y de comercio, malversación y hurto, entre otros.
Las acciones legales varían desde prisión provisional para cuatro implicados hasta trabajo correccional, con posibles penas de hasta 18 años de cárcel para los más gravemente involucrados.
Este escándalo se suma a una serie de revelaciones sobre corrupción en diferentes sectores del país, exacerbadas por una crisis económica prolongada que, según expertos, ha incrementado la incidencia de estos delitos. La ex contralora general, en una entrevista reciente, subrayó que la necesidad y escasez agudas no justifican estos actos ilícitos. Además, Cuba ha visto caer su puntuación en el Índice de Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional, mostrando un deterioro constante en la percepción global sobre la integridad de sus instituciones desde 2019. Este caso reafirma la urgente necesidad de reformas estructurales y una gestión más transparente y responsable en el sector público.